La ciudadanía está a la expectativa de los jefes de las distintas carteras tanto en la Administración municipal como la departamental. De acuerdo con los intereses y disciplinas, se espera nombramiento de servidores públicos idóneos, más aún para el caso de quienes tengan la función de dirigir el destino de la educación, porque de ellos dependerá la planeación, la ejecución, la gestión y el mejoramiento que se deba alcanzar en cada cuatrienio y para disminuir la brecha de inequidad entre la educación oficial y privada, que es todo un reto a largo plazo.
No es fácil acertar con cada designación, sin embargo se garantiza la idoneidad cuando se busca un perfil que cuente con estatus epistemológico, teórico y práctico, que lo legitiman los títulos obtenidos y los cargos desempeñados, aunados al reconocimiento del ser de quien llegue a un cargo dignatario de esta naturaleza.
Todo servidor público debiera contar con una formación teórica básica sobre los asuntos en los cuales deben desempeñarse y agregar a ello experiencia empírica básica. Porque es muy difícil llegar a un cargo de responsabilidad a aprender lo que se debe hacer.
Para el caso del nombramiento que el alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, ha hecho de Flor Alba Vargas como secretaria de Educación de la capital tolimense, se percibe el deseo de otorgar la relevancia e importancia que tiene el campo de la educación, cuando llega una profesional con título de doctorado en Pedagogía. Entonces cumple el requisito de tener formación epistemológica y teórica deseable sobre los asuntos que tienen que ver con la educación en cualquier parte. Eso se espera y así lo certifican los títulos correspondientes, a los que se suma su desempeño en el ámbito de lo académico como catedrática de la facultad de Educación en la Universidad del Tolima.
Tiene la experiencia docente en los niveles e Educación Básica y Media y como coordinadora en el Inem Manuel Murillo Toro. A la Secretaría de Educación del municipio llega una educadora. Tiene el reto de demostrar que los educadores también pueden asumir, y de manera exitosa, tareas de desempeño en la administración pública. Igualmente se cuenta con un equipo de profesionales conformado por supervisores, jefes de núcleo, directores de calidad y planeación, asesores jurídicos que contribuyen a resultados tangibles, de gestión y respeto por el derecho fundamental a la educación de los menores de edad, donde son fundamentales los rectores, coordinadores y docentes.
Se enfrenta la nueva secretaria y su equipo de trabajo al reto de contribuir a la visión de fututo Colombia la más educada, para lo que se deberá avanzar en jornada única, alfabetización, bilingüismo, excelencia docente, entre otros, que requieren de recursos significativos a fin de que cada proyecto se ofrezca y desarrolle con las condiciones adecuadas, sin recortar o disminuir derechos a los infantes y adolescentes, como en el caso de la disminución en alimentación, por lo cual sigo elevando mi protesta a la ministra Gina Parody.
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