El Zika es un gravísimo problema de salud pública

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

Es evidente que el país no está preparado para enfrentar un gran número de situaciones que ponen en riesgo la vida y la salud mental, entre otros aspectos; no se ha formado para la prevención, somos altamente curativos y se espera el mal para encontrar la medicina.

El virus del zika, no ha sido tratado con la seriedad que se debe y es claro que a nivel nacional no se dan directrices que busquen minimizar el riesgo a través de la intervención real, no se observan brigadas de fumigación masiva, y se ha limitado a plantear propuestas de no embarazos antes del mes de julio, cuando debe haber una política contundente que aporte de manera inmediata y en búsqueda de evitar que estos virus se conviertan en huéspedes como ha pasado con el dengue y otros más.

Nuestro científico Manuel Elkin Patarroyo encendió las alarmas sobre el tema del zika, expresó a la revista Semana, en su edición 1763 de la semana anterior, que “Hay una relación directa entre el zika con microcefalia en bebés en gestación, con Guillain Barré en adultos y algunos problemas oftálmicos…precisó que se transmite por la saliva y por las relaciones sexuales como lo han reportado un sinnúmero de artículos científicos médicos”.

Es muy grave la situación. Fácilmente en el país, puede haber niños con las enfermedades descritas producto del zika, como parte de una generación víctima de negligencia estatal. La reacción ante el primer caso, debió obligar a la fumigación inmediata en todas las ciudades y municipios donde se tienen las condiciones para la colonización y expansión del virus. No se qué se está esperando, es más que urgente un despliegue de personas expertas en fumigación, ya.

No entiendo la paquidermia del Estado para garantizar condiciones básicas de salud, para reaccionar ante informes producto de investigaciones científicas, que cuentan con todo el rigor necesario para generar credibilidad.

Se espera tener cientos de niños y adultos en estado crítico, para ofrecer tratamientos indignos a través del mal servicio de salud al cual se ve abocado el país, a menos que se cuente con los recursos para garantizar un servicio particular.

Me pregunto a quién le importa la población, no se previene, no se controla, no se garantizan condiciones alimenticias para la población infantil, en pleno siglo 21 mueren niños en Colombia a causa de inanición, se disminuyen recursos para alimentación escolar y se trasladan para infraestructura; los recursos de la nación se privatizan a manos de multinacionales privadas, la megaminería destruye nuestro ecosistema, agota los recursos hídricos y contribuye al calentamiento global, los guerrilleros se pasean en zonas de “despeje”, se rompe la Ley del silencio “y se habla de muertes atroces de internos y visitantes en la cárcel Modelo de Bogotá; el poder sigue siendo utilizado para abusar. ¿Cuándo van a reaccionar quienes tienen en sus manos la dirección del país?

*Tatianarojasoviedo34@gmail.com

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