Dos voces y un destino: la poesía

Tuve la fortuna de conocerlos cuando apenas tanteaban los laberintos de la creatividad literaria y luchaban por encontrar el género y las palabras que le permitieran expresar sus ricos mundos interiores.

Fueron mis alumnos en las clases de alguna historia literaria y pronto se inscribieron en el Taller de escritura que dirigía en el Centro Cultural de la UT. Desde entonces he sido testigo de sus triunfos y sus avances en la búsqueda de un estilo y un lenguaje propio forjado en su labor diaria con las palabras y la imaginación.

Esperanza Carvajal Gallego y Jorge Ladino Gaitán se convirtieron en  verdaderos poetas que, sin los afanes de principiantes, han ido consolidando una obra, cuyo reconocimiento trasciende los límites de la parroquia y alcanza las esferas de lo nacional, sin otro soporte que el rigor de sus versos, el esplendor de sus imágenes y la profundidad de  sus contenidos.


“Hay días que amanecen muertos/ y uno los vive sin darse cuenta”  nos dice Jorge Ladino Gaitán en su reciente libro “Baladas para el ausente”, el mismo que fuera el ganador del Premio Juan Lozano y Lozano 2012, convocado por la Alcaldía  de Ibagué. Este libro es un conjunto de cuarenta textos surgidos como homenaje a John Lennon, el beatle asesinado el 8 de diciembre de 1980 en New York y caracterizado por su lucha contra las guerras, especialmente la de Vietnam. En estos poemas la voz de Yoko Ono, esposa de Lennon, desde la ensoñación nos hace testigos de los recuerdos, las reflexiones y los momentos vividos con ese músico excepcional que entregó su vida por la paz universal y cuya partida la deja convertida en “una loba lamiendo la sombra de su ausencia”.


Mientras tanto, Esperanza Carvajal Gallego, seleccionada por la Universidad Nacional de Colombia para integrar la “Colección Viernes de Poesía” nos confiesa que: “Asumo la máscara clandestina/robada a la costumbre” y desde esta posición nos hace cómplices de otra búsqueda, la de encontrarse a sí misma en medio de la soledad colectiva y el desamparo existencial que hace de los seres humanos, habitantes efímeros de un mundo sórdido, donde la vida se convierte simplemente  en una posibilidad que la poeta intuye, precisamente desde el título de su libro: “Si mañana el tiempo nos aguarda”.


Jorge Ladino Gaitán y Esperanza Carvajal Gallego hacen parte de esa nueva poesía tolimense que, sin olvidar la metáfora como fuente nutricia, acuden a la ironía, la invocación, el llanto y el desarraigo para decir “Soy un árbol que se pudre lento” (Jorge), mientras Esperanza se queja de “la sospecha de saberse acompañada / y no tener a nadie”.



Credito
LIBARDO VARGAS CELEMIN Profesor Titular UT

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