Otra función de la tragicomedia: Made en USA

La tragicomedia es un género literario en desuso, sin embargo, es definido como una representación en la que se mezcla lo trágico con lo cómico y la parodia.

En nuestros días cada cierto tiempo se realiza un montaje, generalmente por parte de los Estados Unidos, cada vez que necesita estratégicamente intervenir en un país que no está bajo su control total.  

Esta vez es Siria la víctima y el argumento esgrimido para justificar este genocidio es el mismo: supuesto uso de armas químicas 

Con esta misma hipótesis los Estados Unidos intervinieron recientemente en Irak y hasta la fecha no ha entregado un informe que dé cuenta del arsenal  encontrado, o una disculpa a la comunidad internacional por el error cometido. El resultado final se ha cuantificado en más de cien mil muertos, de los cuales el sesenta y tres por ciento fueron civiles. 

El montaje para hallar armas de destrucción masiva era una pantomima, pues realmente lo que se buscaba eran yacimientos de petróleo y agua.

Lo cómico de este asunto está en el cinismo que aplica el gobierno norteamericano al considerarse defensor de la humanidad, cuando ha sido el responsable de un sinnúmero de violaciones de los derechos humanos y  precisamente esta nación es la que más ha desarrollado las armas químicas para enfrentar a sus hipotéticos enemigos.

Entre 1962 y 1971, el Vietnam se convirtió en el campo experimental para la industria militar norteamericana. Allí se hizo uso de herbicidas, defoliantes, agente naranja, azul, blanco, lo mismo que esterilizadores del suelo, napalm y muchas otras armas químicas que dejaron miles de personas muertas o lisiadas de por vida..

Lo trágico ha sido que el uso de estas sustancias tóxicas ha dejado cientos de pueblos destruidos en nombre de la libertad y la democracia. 

Se ha demostrado que este duro costo pagado por Vietnam, Laos, Camboya e Irak, siempre ha tenido una segunda intención, la de asegurar para el imperio territorios estratégicos y recursos no renovables.

El actor principal siempre es el mismo, los Estados Unidos de América y su hipócrita retórica de ser el guardián de los principios universales de la convivencia. 

Los actores de reparto generalmente son satélites del imperio, como por ejemplo Israel, Francia o Inglaterra y la parafernalia de la representación es una verdadera feria de adelantos tecnológicos y científicos al servicio de la industria de la muerte.

La parodia se consolida porque las intenciones que subyacen son otras. No están protegiendo a occidente de ningún peligro, están es anexando territorios y dominios para sus propios intereses y cuando se baje el telón de Siria, la tragicomedia se desplazará a otro escenario, con idéntico repertorio.

Credito
LIBARDO VARGAS CELEMÍN Profesor Titular UT

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