Buenos días, 2014

Profesor Titular UT

Algunos de mis lectores podrán pensar que la aridez temática de estos días me va a llevar a hablar de cursilerías, y aunque no es exacto, porque los temas importantes siempre afloran por todas partes, sí hablaré de toda esa parafernalia que se monta con motivo de la llegada de un nuevo año y en las que a veces uno, mortal corriente, cae a través de la superstición. Por ejemplo, nos comimos las doce uvas, corrimos hasta asfixiarnos dándole la vuelta a la manzana e hicimos “el balance de lo bueno y lo malo, cinco minutos antes de la cuenta regresiva”, como lo canta Mecano.

Una de las acciones más recurrentes es la de pedir deseos, estos van desde convertirse en millonario hasta retener ese amor inasible que lo ha martirizado los trescientos sesenta y cinco días transcurridos del año anterior. Generalmente las peticiones dependen de la profesión. Messi, por ejemplo, hizo público sus deseos en todos los medios deportivos, él quiere que “el 2014 no me traiga ninguna lesión” y Los dueños de Wechat esperan llegar a seiscientos millones de usuarios de su plataforma de comunicación para convertirla en la aplicación más popular en este campo.

Los banqueros de todo el mundo claman que durante estas ocho mil 760 horas, los “indignados” silencien sus peticiones, mientras ellos siguen llenando sus arcas. Otros que deben haber realizado varios riegos y baños recomendados por pitonisas y charlatanes son los politicastros colombianos, que durante el próximo año tendrán que poner en juego su astucia para seguir engañando a sus electores y pelechar en nombre de la “Democracia”.

Esos 525 mil 600 minutos traerán consigo una serie de acontecimientos previsibles que son aprovechados por los agoreros y vaticinadores de todos los pelambres, quienes ya listan sus predicciones: desastres naturales; muerte de un gran estadista; asesinato de un líder político; sismo de nueve grados en la escala de Richter; equipo suramericano campeón del mundial del Fútbol y tantas otras cosas cuyas posibilidades de ocurrir tienen un alto porcentaje, por lo ambiguo de su enunciación.

En cuanto a Colombia, los 31 millones 360 mil segundos que corresponden al desplazamiento del planeta tierra alrededor del Sol, las predicciones siguen la misma línea: proceso de paz a punto de firmarse; descalabro electoral para connotado líder del pasado; casa por cárcel a senador implicado en parapolítica; nuevo libro de pensador y poeta colombiano; inundaciones en el norte, incendios en el oriente, derrumbes en el centro y desfalcos en todo el país.

De todas maneras hay que vivir estos tiempos con intensidad, sin dejarse influir por rituales, deseos o predicciones, pues lo único concreto es que la tierra va a dar otro paseo alrededor del Sol y se va a gastar doce meses en ello.

lcelemin@ut.edu.co

Credito
LIBARDO VARGAS CELEMÍN

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