Lo que se inicia como una conmemoración del primer año de la muerte del maestro Darío Garzón, el 21 de marzo de 1987, se ha convertido en un certamen de gran importancia en el contexto de la música tradicional colombiana, como quedó demostrado el mes pasado con la celebración de la edición número veintiocho, de esa idea utópica que tuviera como promotores iniciales, al maestro César Augusto Ramírez y a doña Doris Morera de Castro.

El Festival ha evolucionado de un encuentro de duetos y músicos en torno a la tumba de los consagrados maestros, a una serie de concursos y muestras musicales que concitan el interés de intérpretes, directores, estudiantes, compositores o simplemente escuchas de un tipo de música que lucha denodadamente por no desaparecer y, por el contrario, ganar adeptos en las nuevas generaciones obnubiladas por otros ritmos.

Si bien el festival suscita interés en sectores mayores de edad, quienes acuden empujados por la nostalgia de otros tiempos; hay algo que llama la atención y es que la gente joven también se hace presente, sobre todo como intérpretes. Escuchar un dueto como “cafecito y caña” resulta reconfortante, porque ellos se encargarán de mantener vigente por muchos años los aires y melodías de la música andina.

El Festival del presente año presentó un nuevo espectáculo, se trata de la “Muestra Folclórica Universitaria” , con la presencia de diez universidades de Ibagué y varios lugares del país. Fue un encuentro de jóvenes intérpretes, provenientes de la academia que demostraron la importancia que se les da a este tipo de agrupaciones que se caracterizan por las innovaciones y una especie de refrescamiento de la música tradicional.

El concurso “Cantalicio Rojas”, contó con la participación de varios grupos de la ciudad y también venidos de municipios del Tolima, en una apertura que pretende hacer partícipes a las escuelas de música que florecen en varios municipios del departamento. De Igual manera se realizó el “Paseo musical por Colombia”, una actividad que busca mostrar la música y el folclor en general de zonas del país, representados por estudiantes de las universidades con sede en Ibagué.

Los escenarios como el teatro Tolima, el Parque de la música, el parque Murillo Toro, La Plazoleta Darío Echandía y la Concha Acústica, contaron con gran afluencia de un público que se familiarizó con los artistas.

Felicitaciones a Doña Doris Morera de Castro como Directora general del evento, al maestro Germán Camacho como Director Musical y a tantas personas que fungieron como directivos, voluntarios y funcionarios de la Fundación Nacional de la Musical Colombiana, toda una institución que promociona el nombre de Ibagué y su condición de ciudad musical.