Se reabre el debate sobre la educación superior

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El próximo 3 de agosto el Consejo Nacional de Educación Superior (CESU), entrega al país el Acuerdo 2034, denominado“Propuesta de política pública para la excelencia de la educación superior en Colombia, en el escenario de la paz”, la cual fue construida con el aporte de sectores sociales y académicos del país, luego de la abortada reforma de 2011, que se detuvo gracias a la movilización estudiantil que lideró la Mane.

El documento presenta un prólogo escrito por el filósofo y sociólogo francés Edgard Morin, quien saluda el proceso con optimismo cuando plantea “Creo en una Colombia grande, que apuesta a la educación, inspirada en los principios nobles y dignos, esos mismos que, con una finalidad de humanismo cualitativo y religante, animen el diario convivir de todos sus compatriotas”. Morin retoma sus “Siete saberes necesarios a la educación del futuro” y entra a contextualizar estas propuestas que hacen parte de su teoría del pensamiento complejo.

La metodología empleada se caracterizó por el intento de hacer de la propuesta una construcción colectiva, un diálogo nacional con encuentros regionales, conversaciones departamentales, consultas de expertos internacionales y consultas con la clase política. Realmente la participación estudiantil y de los gremios docentes y trabajadores no fue tan amplia como se esperaba. Igual intento habían ejecutado grupos estudiantiles nucleados por la Mane, sin embargo el movimiento estudiantil no adelantó una socialización como se esperaba.

Los 10 temas más significativos y álgidos que trata esta propuesta tienen que ver con la educación inclusiva, la permanencia estudiantil; la calidad y pertinencia; la investigación; regionalización; la articulación de la educación media con la educación superior y la formación para el trabajo y el desarrollo humano; nuevas modalidades; internalización, estructuras y gobernanza del sistema; sostenibilidad financiera del sistema. Esta última es quizá la que mayores discrepancias genera y que resulta vital para lograr una verdadera transformación de la educación colombiana.

El Acuerdo 2034 se convertirá en un texto de amplia discusión, que puede llegar a generar de nuevo grandes movilizaciones estudiantiles y una mayor visibilidad de una problemática que no ha sido asumida con toda la importancia y la trascendencia que tiene para el desarrollo social, cultural y económico de una nación. Razón tuvo Edgar Morin al citar al final de su prólogo a nuestro Nobel cuando este, preocupado por esta misma problemática, afirmaba como alternativa la necesidad de que se “canalice hacia la vida la inmensa energía que durante siglos hemos despilfarrado en la depredación y la violencia y nos abra al fin la segunda oportunidad sobre la que no tuvo la estirpe desgraciada del coronel Aureliano Buendía. Por el país próspero y justo que soñamos”.

Credito
LIBARDO VARGAS CELEMÍN

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