“Estado de coma: La metáfora de la postmodernidad”

libardo Vargas Celemin

El poemario “Estado de coma” del poeta Jorge Ladino Gaitán, es uno de los veintiocho libros que lanza en el día de hoy, la Universidad del Tolima y su programa de publicaciones, en el marco de la 28ª edición de la Feria Internacional del Libro de Bogotá.

Este compendio de treinta y tres poemas resulta sorprendente por varios motivos. Creo que el primero de ellos tiene que ver con artilugio empleado para lograr la imbricación temática, de tal manera que toda la obra no es más que un solo poema y ello se logra con varios recursos.

Un personaje alegórico: La esperanza, cuyas peripecias en el hospital cohesiona todo el libro. Una voz poética que nos “narra” metafóricamente esa vida en extinción. Otro elemento es el enganche de un poema con el siguiente a partir de la repetición de una imagen o una palabra del último verso, en una especie de concatenación que le da unidad argumentativa.

El profesor Jorge Ladino Gaitán, doctor en Literatura, con reconocimientos académicos y literarios en concursos regionales y nacionales, se ha distinguido siempre por la ironía en sus versos, por ejemplo: “Hay poemas que sonrojan páginas“, una crítica a tanto versificador que, antes que depurar se lanza a publicar trabajos inacabados.

Pero el libro en sus múltiples sentidos y en su rica simbología, también apunta a escudriñar esa condición humana en tiempos postmodernos. Esta interpretación ya la planteó el poeta Nelson Romero Guzmán, autor de la presentación del libro, quien sugiere con mucha sutileza, la necesidad de profundizar en la búsqueda de estos sentidos que enriquecen la lectura de textos como este.

La construcción de la atmósfera del libro se hace a partir de la metaforización de la parafernalia de un hospital. Allí los objetos se describen y adquieren una nueva dimensión “Bostezo de aguja en la muñeca./Los cables se deslizan por la boca como serpientes./La cama y la silla meditan la escena”.

Y aquí se intercepta otra visión conocida en la historia de la literatura y pareciera que esa voz poética fuera la de AntoninArtaud, exaltado por la fiebre, y esperando la llegada de la muerte.

Grato encontrarse con un libro de este tipo. Aquí están remozados los lugares comunes, pero también está vigente la necesidad de desentrañar imágenes y actuaciones de los seres contemporáneos que han construido con alucinacionesun mundo caótico alterno a la realidad superficial.

Jorge Ladino Gaitán se ha liberado de un fardo de imágenes y símbolos y nos ha endosado un “Estado de coma” para que disfrutemos este banquete de versos y de paso reflexionemos sobre lo que siempre está presente en los grandes poetas: la condición humana.

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