Las alergias de Nairo Quintana

libardo Vargas Celemin

Si se mira desapasionadamente el tercer lugar ocupado por Nairo Quintana en el Tour de Francia es una gran conquista del ciclismo colombiano. Objetivamente la tercera subida al pódium en tres participaciones en este evento, lo ubica como uno de los ciclistas más importantes del mundo y el mejor latinoamericano de esta época.

Pese a tan importante logro parece que parte de la afición colombiana no quedó muy conforme con su actuación. La exigencia ciega de que debía ser el campeón por lo hecho en años anteriores, obnubiló a mucha gente que protestaba porque el diminuto corredor boyacense no pudo derrotar a Froome.

Nairo confesó después de la etapa que llegó a Megéve: “No siguen siendo buenas las sensaciones. Me está pasando algo (…) no es fatiga la que siento, pero el cuerpo no me responde, las piernas no oxigenan bien” y habló de una posible alergia, situación que fue aprovechada por los fanáticos insensatos que comentaron sardónicamente que esa alergia era la fortaleza del ciclista inglés y su equipo.

Sin embargo, el pequeño gladiador boyacense se impuso sobre sus dolencias. Con rostro congestionado llegó a las metas con el tiempo justo para quedar entre los tres primeros. No era una disculpa, estaba enfermo y parece que en Europa son comunes las alergias producidas por el polen. El Especialista español Javier Fernández Alba explica los síntomas de esta patología: “Cuando la alergia nos ataca, no podemos rendir porque nuestro motor está ‘limitado’. El oxígeno que llega a los pulmones es insuficiente. La función de intercambio gaseoso hace que nuestras células musculares no trabajen bien y por ello, la capacidad física se ve reducida”.

Además del padecimiento físico Nairo contó con otros obstáculos. En su equipo estaba Valverde, un gregario con aspiraciones de ser el capo y en algunos pasajes no las disimuló. No todos los integrantes del Movistar dieron la talla para acompañar en los momentos decisivos a su jefe. Caso contrario ocurriría con el Sky, que fue siempre ejemplo de disciplina y unión.

Pero hay una alergia metafórica, que si bien no ataca al cuerpo, si lo hace a la mente y no se puede soslayar su influencia. El triunfalismo desbordado con que los medios de comunicación sensibilizaron a los aficionados. Las consignas crearon una falsa ilusión y ya el imaginario colectivo daba por sentado este hecho. Aunque esta exacerbación chovinista nos ha causado muertes en el pasado, como la del futbolista Andrés Escobar, por ejemplo, los periodistas y locutores no aprenden y siguen impulsando este fanatismo irracional que solo genera emociones violentas.

Nairo supo sortear la alergia al polen, pero no la alergia triunfalista, cuyo impacto psicológico negativo no podemos todavía medir sobre el futuro del deportista.

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