Idiotas útiles

libardo Vargas Celemin

Se considera como “idiota útil” a aquellos dirigentes políticos que se ponen al servicio de un proyecto o una causa, sin conocer exactamente las dobles intenciones que manejan aquellos a quienes sirven y cuyos resultados son contrarios a sus propios intereses. El uso de este término se generalizó después de la Segunda Guerra Mundial.

El papel que juega el gobierno colombiano en el conflicto de Venezuela, puede resultar un típico caso de esta manifestación, advirtiendo de entrada que no soy áulico de Maduro y que rechazo el desconocimiento de los derechos civiles y políticos, y su falta de experticia para enfrentar la presión del bloqueo inhumano por parte de los Estados Unidos y sus lacayos, lo cual no lo exoneran de su responsabilidad histórica con el pueblo venezolano.

Nuestro gobierno se convirtió en adalid de la lucha contra Maduro y el nuevo presidente hizo de este propósito el primer punto de su agenda internacional, sin importarle los efectos que una situación de este tipo conlleva. Una de sus principales acciones fue promover esta idea entre los gobiernos en el llamado Pacto de Lima, donde dócilmente cayeron varios países latinoamericanos exigiendo la renuncia y alineándose con el imperio.

Resulta paradójico que el país que más se inmiscuye directa o indirectamente en conflictos bélicos aparezca ahora como defensor de las libertades democráticas, olvidando que sus tropas y asesores participan en forma directa o camuflados en estos momentos en 74 confrontaciones en el mundo entero, en nombre de la libertad, cuando sus verdaderos intereses están enmarcados en dominar el mundo, sin importar lo que tengan que hacer para proteger sus mercados.

La diáspora de miles de venezolanos por América Latina y las condiciones sociales en que vive este pueblo, en parte son el resultado de las maniobras que han hecho los gringos, no solo desde ahora, sino de muchos años atrás para adueñarse del petróleo venezolano. Este país requiere un cambio sustancial, y no van a ser los que llegan de otras partes con banderas distintas quienes lo logren. Porque como reza el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su primer artículo: “Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación” y no son las alianzas de intereses económicos y políticos, liderados por el país más pendenciero del mundo, los que pueden enrumbar la patria de Bolívar hacia una segunda libertad construida con el diálogo y la reflexión de todos sus hijos.

Para Trump “todas las alternativas están en la mesa”, y esa tácita amenaza incluye “5.000 Trop to Colombia”, que ya están en la agenda de Bolton para hollar nuestro territorio, gracias a los “idiotas útiles” que ingenuamente creen que destruyendo al vecino se pueden olvidar nuestros graves problemas y recibir las canonjías del patrón.

lcelemin2@gmail.com

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