Pedagogía política

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Qué urgente es, y cuán útil resultaría para el futuro del país, establecer una cátedra dirigida a todos los estratos de la sociedad que explique lo que es el Espectro Político -que no es un fantasma, pero asusta-. Que instruya al ciudadano común sobre cuánto capital ahorrado o cuantas hambres acumuladas se requiere para calificar como miembro de un partido de ‘Derecha’, de ‘Centro’ o de ‘Izquierda’; que intente descifrar los incontables matices de cada supuesta ‘ideología’ en este confuso abanico, y que diseccione y socialice las artimañas y mendaz retórica que usan nuestros ‘próceres’ para saltar, con éxito y lucro, y según su conveniencia, entre una y otra doctrina política. Como jugando golosa…

Es necesario que esta pedagógica misión que ayudará a encontrar la identidad socio-política de cada quién incluya desde los párvulos tan susceptibles al engaño, hasta los estudiantes de educación media y superior que, si son ‘hijos de papi’, en algún momento de su vida tienden a aburguesarse (¿centro-derecha conformista?); ó, sí huérfanos y criados a punta de aguapanela, se vuelven artificieros de ‘papas-bomba’ (¿izquierda subversiva?).

Serviría también la cátedra para que futuros mandatarios decidan hacia qué objetivo social orientar su vida: si quitar a los pobres para dar a los ricos (¿ultraderecha salvaje neoliberal?), ó quitarle a los ricos para tapar el “hueco fiscal” (¿Derecha utópica?).

La falta de ilustración sobre el tema engendra seres que caminan por la vida como zombis al ignorar a qué segmento del espectro político deben fidelidad: conservadores rasos que militan en la derecha clerical, muestran perturbadoras inclinaciones anarquistas, votaron por Petro, compran pornografía ‘pirata’, y tienen esposa y moza.

Y veteranos egresados de la Nacional, otrora furibundos agitadores izquierdistas, hoy cargan escapulario, veneran al procurador y después del tercer whisky hablan de paredón: ‘...para acabar con tanto revoltoso, hermano…’. Además, dan limosnas de cien pesos para pagar el paraíso por cuotas.

Analizadas sin rencor las gestas de los partidos políticos colombianos de todas las tendencias y colores -“locura de muchos bobos en beneficio de pocos vivos”-, que nos tienen al borde del acantilado, el estribillo que mejor les sentaría es: “Derecha e Izquierda unidas, jamás serán vencidas”.

¿Qué función tiene el espectro político? Un ganadero del sur, asqueado de la politiquería, lo resumió así: “En un edificación de mi finca construí un amplio pasadizo para el ganado, dividido por un muro. Los animales eligen por donde entrar, por la derecha o por la izquierda, pero al final todos convergen en un callejón estrecho que los lleva hacia un brete. Encima de éste hay un letrero: Matadero”.

El inquieto Carlitos Marx dijo que la religión era el opio del pueblo. ¿Será posible colombianizar esa sentencia y decir que la política es la burundanga de la patria? Lo aletargan y luego lo despluman.

Credito
POLIDORO VILLA HERNÁNDEZ

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