Sanciones ejemplares

La Superintendencia de Industria y Comercio debe ir hasta las últimas consecuencias con los manipuladores y debe recibir el pleno respaldo en su loable tarea de desbaratar las estructuras mafiosas que han propiciado el enrarecido ambiente en el que funcionan estos oligopolios.

De nuevo la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) se enfrenta a un conocido y reincidente oligopolio y le formula pliego de cargos a 42 personas naturales y cinco empresas por la conformación de un cartel empresarial que se ha encargado, a lo largo de los más recientes 15 años, de manipular los precios y las condiciones en las cuales funciona el mercado de los llamados papeles suaves que incluyen el papel higiénico, las servilletas, los pañuelos para manos y cara y las toallas de cocina.

Las empresas a las que se les ha formulado pliego de cargos son Familia, Kimberly, Papeles Nacionales, Cartones y Papeles de Risaralda y Drypers, que en conjunto tienen el 88 por ciento del mercado nacional.

De acuerdo con la SIC, el señalado grupo ha roto todas las normas que regulan la competencia y ha afectado en materia grave a los hogares y familias colombianas, en especial a las de bajos recursos.

Se recuerda que la misma SIC formuló pliego de cargos a las firmas Familia, Kimberly y Drypers por la conformación de un cartel para la manipulación de los precios y las condiciones comerciales del mercado de pañales desechables.

Como en este último caso tres de las empresas involucradas, así como algunos de sus directivos, han accedido a proporcionar información a la SIC de manera que le ha servido al ente estatal para estructurar el proceso de acusación. En virtud de esta delación las empresas y directivos se hacen acreedores a rebajas de penas y sanciones que van desde el 100 por ciento hasta el 50 por ciento de las mismas, que en el caso de las multas ascienden hasta 61 millardos de pesos para las empresas culpables y 1.2 millardos para los funcionarios.

Por las delaciones la SIC está en poder de correos electrónicos y declaraciones que dan cuenta de no menos de 20 reuniones efectuadas dentro y fuera del país, en las que se planificó el ilícito.

Las ventas de los llamados papeles suaves en el período en el que funcionó el cartel ascienden a 12 billones de pesos, lo que permite colegir el monto de los perjuicios que se le causaron a los consumidores y que se suma a lo ocurrido con los pañales desechables.

La actuación de estos carteles debe ser drásticamente castigada, la SIC debe ir hasta las últimas consecuencias con los manipuladores y debe recibir el pleno respaldo en su loable tarea de desbaratar las estructuras mafiosas que han propiciado el enrarecido ambiente en el que funcionan estos oligopolios.

REDACCIÓN EDITORIAL

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