Una prueba de fuego para la justicia

No se puede permitir que intereses políticos o presiones externas comprometan la integridad de este juicio. La justicia debe prevalecer por encima de todo, garantizando la igualdad ante la ley y el respeto por los derechos de todos los ciudadanos

Después de casi cuatro años de investigación, la Fiscalía ha presentado escrito de acusación contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, con lo que abrió el camino para que se lleve a juicio penal a una persona que ejerció la primera magistratura de la Nación, algo sin precedentes en Colombia. Es crucial, por lo tanto, que en este juicio se respeten todas las garantías procesales que corresponden a cualquier ciudadano, pues, independientemente de su posición política o su pasado en el ejercicio del poder, Uribe Vélez merece un proceso justo y transparente, en el que se salvaguarden sus derechos fundamentales y se respete su dignidad como ex mandatario.

De aquí que esta última determinación en la investigación penal contra Uribe Vélez, en la que se le acusa de supuesta manipulación de testigos, pone de relieve una vez más la importancia capital que tiene el hecho de que la justicia actúe con imparcialidad y sin influencias externas, pues este proceso debe estar exento de agendas políticas y, por supuesto, de intereses particulares, pues al apartarse totalmente de cualquier tipo de influencias partidistas, la justicia podrá dedicarse únicamente a esclarecer la verdad y aplicar la ley de manera objetiva, sin ceder a presiones de ninguna índole que puedan terminar socavando la confianza en las instituciones.

La Fiscalía, hoy bajo la dirección de Luz Adriana Camargo, retomó la investigación de la Corte Suprema de Justicia, demostrando un compromiso con la búsqueda de la verdad y el respeto por el debido proceso en un caso en el que se han presentado pruebas que sugieren una posible manipulación de testigos por parte de personas cercanas a Uribe Vélez, lo cual debe ser evaluado con objetividad y rigor durante el juicio, por lo que se hace imperativo que este proceso se lleve a cabo con la máxima transparencia y diligencia, sin dejar espacio para dudas sobre la imparcialidad de la justicia.

Todos los implicados, tanto el acusado como las víctimas, tienen derecho a un juicio justo, en el que se presenten todas las pruebas pertinentes y se respeten los principios fundamentales del Estado de Derecho, pues la sociedad colombiana entiende que sólo así este proceso terminará fortaleciendo y no debilitando nuestras instituciones. Es por esto que no se puede permitir que intereses políticos o presiones externas comprometan la integridad de este juicio. La justicia debe prevalecer por encima de todo, garantizando la igualdad ante la ley y el respeto por los derechos de todos los ciudadanos.

No se puede permitir que intereses políticos o presiones externas comprometan la integridad de este juicio. La justicia debe prevalecer por encima de todo, garantizando la igualdad ante la ley y el respeto por los derechos de todos los ciudadanos. 

EL NUEVO DÍA

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