Editorial: Los diseños

No es preciso haber pertenecido al FBI ni ser egresado de la escuela de Scotland Yard para encontrar una misma figura que asesora a las partes y jugó papel protagonista en las adjudicaciones. Lo que ya debería haber movido a los paralizados organismos de control.

Se ignora si alguien se ha tomado el trabajo de analizar el modus operandi en dos connotados procesos, que involucran recursos, nombre y bienestar de los ibaguereños y en los que se mueven similares protagonistas.

El primero de ellos, el tristemente célebre contrato 060 de 2011 por medio del cual la firma Acualterno instalaría la primera fase del tubería del Acueducto Complementario por 6.6 millardos de pesos. Suma que sobrepasaba la aprobada por el Ministerio, con base en diseños y planos debidamente estudiados. La obra, como se sabe, no se ha hecho, los anticipos acordados fueron girados, dos años después de iniciadas las obras los contratistas adujeron que no se les habían suministrado los diseños y que, por esa razón, habían tenido que elaborarlos sobre la marcha por lo que reclamaban un ajuste al contrato por una suma que no se define y oscila entre seis y 12 millardos de pesos.

El segundo fue el producido por la accidentada adjudicación de los diseños para los escenarios de los Juegos Nacionales y que a una empresa Typsa (supuestamente española y experimentada) por 12.5 millardos de pesos. Adjudicación para la cual el ubicuo asesor Arciniegas sostuvo la tesis de que no se requería interventoría.

Todos conocen de las controvertidas y extemporáneas adjudicaciones para la ejecución de las obras y de la acumulación de las mismas en un solo proponente. Como en una saga trágica, el contratista alega ahora que se debe adicionar el contrato en cinco millardos de pesos y para el efecto esgrime que el dólar ha subido de precio a lo que agrega otro argumento que resulta conocido: no hay diseños eléctricos ni hidráulicos, lo que a más de encarecer las obras terminará retrasándolas más allá de las acuciantes fechas de los torneos. ¿Le suena conocido al lector?

No es preciso haber pertenecido al FBI ni ser egresado de la escuela de Scotland Yard para encontrar una misma figura que asesora a las partes y jugó papel protagonista en las adjudicaciones. Lo que ya debería haber movido a los paralizados organismos de control.

REDACCIÓN EDITORIAL

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