Editorial: Cuidado con la información engañosa

Lo mejor en estos casos es que cada uno, en la medida de sus posibilidades, conozca el contenido de los acuerdos y exprese su opinión libre y responsable sobre lo que será el futuro de un proceso que pone fin a 52 años de violencia ininterrumpida en nuestro país.

No hay duda de que el país atraviesa una de las épocas más trascendentales de su historia. Tras 52 años de conflicto armado con la guerrilla de las Farc, desde el pasado lunes se decretó el cese al fuego bilateral y definitivo, como consecuencia de los acuerdos de paz a los que el Gobierno y esta guerrilla llegaron en días pasados en La Habana. Empieza ahora una larga espera, hasta el 2 de octubre, cuando los colombianos deberán refrendar los acuerdos de paz.

Desde diversos sectores se ha pedido que este tiempo sea utilizado por todos los ciudadanos, para estudiar con detenimiento los acuerdos y resolver las dudas frente a lo que vendrá si se aprueba el proceso de paz de La Habana.

Y es aquí donde la prudencia y el ojo crítico deberán ser preponderantes, para lograr que quienes acudan a las urnas lo hagan con fundamento en informaciones veraces y con una convicción real, pero no basados en revelaciones mentirosas o que hagan eco de distorsiones a la realidad de lo que se firmó en La Habana.

En los últimos días las redes sociales han sido utilizadas para descontextualizar algunos de los alcances de los acuerdos o para crear falsas reproducciones del texto final, con el objetivo de hacer creer al ciudadano que los acuerdos traen disposiciones que no son reales.

Es así como, por ejemplo, se han trastocado textos para afirmar que dentro del acuerdo se acordó promover el comunismo, o se toma una falsa carta de Juan Gossaín en contra del proceso, que el mismo autor desmintió hace tiempo, o se reproduce un viejo video de la senadora Claudia López, en el que hacía observaciones al proceso y se pretende mostrar como actual, cuando la misma Senadora ha aclarado que las críticas hechas entonces fueron acogidas y su posición hoy es de respaldo absoluto a los acuerdos de paz.

Estas semanas que vendrán estarán sin duda gobernadas por la propaganda negra que buscará confundir a la opinión ciudadana. El llamado es a la calma, a que cada ciudadano sea cuidadoso y sepa diferenciar las informaciones reales de aquellas que pretenden manipularlo.

Lo mejor en estos casos es que cada uno, en la medida de sus posibilidades, conozca el contenido de los acuerdos y exprese su opinión libre y responsable sobre lo que será el futuro de un proceso que pone fin a 52 años de violencia ininterrumpida en nuestro país.

REDACCIÓN EDITORIAL

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