Las cenizas y el Papa

Las prácticas de satanismo, y los rituales de brujería, se presentan principalmente en la profanación de tumbas en los llamados campos santos. Los cementerios suelen ser lugares solitarios, abandonados, y muchas veces habitados por la delincuencia.

Curiosamente la Iglesia Católica en días pasados, manifestó a través de un documento del Vaticano, la prohibición del esparcimiento de cenizas de los fallecidos en el aire, mar, o cualquier otro lugar a campo abierto.

El anuncio causó diferentes reacciones, debido a que, en la última década, el proceso de cremación ha tomado mayor fuerza en el mundo, y un importante número de personas, incluso no católicas, prefieren dar el último adiós a sus seres queridos, esparciendo sus cenizas en montañas, lagos, y en lugares de pleno contacto con la naturaleza.

Y aunque para la Iglesia Católica, la sepultura de cuerpos en cementerios es el deber ser de los procesos funerarios, la cremación sigue siendo permitida, con la salvedad de que las cenizas reposen en lugares sagrados como cementerios u osarios.

Según algunos representantes de la Iglesia, lo que se busca es evitar prácticas que vayan en contra de los principios católicos, además de otros motivos como la contaminación. Agrega el documento, la prohibición de la permanencia de las cenizas en casas, que sean distribuidas entre familiares del fallecido, o que a partir de ellas se elaboren elementos como joyas y artesanías.

En Colombia, en donde se realizan aproximadamente unas 40 mil cremaciones anuales, los entierros en cementerios siguen siendo preponderantes. La idea católica de la resurrección de los cuerpos, además de otros aspectos culturales, hace, que el colombiano promedio prefiera tener una tumba para ir a visitar, aunque según las mismas creencias católicas, lo que yace es un cuerpo sin alma.

Según los argumentos del documento promovido por el Papa, es debatible que los cementerios sean lugares sagrados, a donde los restos mortales pueden descansar en paz. Las prácticas de satanismo, y los rituales de brujería, se presentan principalmente en la profanación de tumbas en los llamados campos santos. Los cementerios suelen ser lugares solitarios, abandonados, y muchas veces habitados por la delincuencia.

También, la directriz del sumo pontífice resulta siendo un tema que tiene que ver exclusivamente del sentimiento y la idiosincracia de quien despide a un ser querido. Hay quienes tienen la concepción de que las cenizas al viento, permiten que la persona trascienda en espíritu, a diferencia de los restos mortales que se entierran, y se dejan a merced de los gusanos.

Finalmente, cristianos, católicos, o agnósticos, deberían tener la posibilidad de hacer lo que mejor les parezca, sea con base en su doctrina o no, siempre y cuando, aquello no vaya en contra de la voluntad y de las creencias del ser querido al que están despidiendo.

REDACCIÓN EDITORIAL

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