Editorial: Sobre los recursos de regalías

Que un alcalde, o un secretario de planeación municipal, no sepan formular y estructurar un proyecto, también deja mucho que pensar.

Un jalón de orejas, pegó el director del Departamento Nacional de Planeación, Simón Gaviria, a los alcaldes del Tolima, en su reciente visita a Ibagué. En el marco del evento Exporegalías, Gaviria afirmó que el departamento es débil para estructurar proyectos y que el 80% de los que son aprobados, no superan los mil millones de pesos y son de bajo impacto. Además de ello, manifestó que las demoras en la contratación y ejecución de los proyectos, se debe a la baja capacidad de los municipios para formular las iniciativas.

Tales declaraciones, incomodaron notoriamente al gobernador del Tolima, Óscar Barreto, quien fue enérgico en responder, que las críticas hechas por el director del DNP, corresponden a una intención de desviar la atención del hueco fiscal que tiene el país y que disminuye el acceso de las regiones a los recursos.

Barreto fue claro en manifestar que son varias las veces, en las que su Secretaria de Planeación, ha tenido que intervenir y mediar ante el Gobierno nacional, para que los proyectos de regalías formulados por los municipios, sean recibidos y se les dé la atención pertinente.

Lo cierto es que tanto Gaviria, como Barreto, tienen razón. Según el índice de problemática en la estructuración de proyectos, de los 32 departamentos, el Tolima se ubicó en el puesto 22, y quedó en último lugar entre los cuatro de su región. Lo anterior debido a que en algunos municipios, han sido lentos con la formulación de proyectos, no solo con aquellos del Sistema General de Regalías, sino incluso con pequeñas iniciativas presentadas ante el Gobierno departamental.

En más de una ocasión, el mismo Gobernador ha tenido que llamarle la atención a algunos alcaldes, para que actúen con celeridad, e incluso alertarles que de no presentar rápido las propuestas, los recursos serían destinados a otros municipios. Parte de las demoras y falencias se deben al desconocimiento de algunos mandatarios en la estructuración de proyectos.

No obstante, razón tiene el Gobernador en afirmar, que en Bogotá se ha manejado el tema con absoluto centralismo. El gobierno Santos ha sido quizás el más alejado de las regiones en los últimos años, y eso se ha visto reflejado en diversas oportunidades. En el caso de los proyectos por regalías, además de las dificultades presentadas por algunos municipios en la consolidación de las iniciativas, hay que sumarle las trabas puestas en la capital de la República, algunas veces sin justificación válida según los alcaldes, o simplemente por la falta de recursos, pues según Barreto, del Tolima ya hay varios proyectos estructurados y viabilizados en el papel, que no han sido ejecutados sencillamente porque no hay plata.

Finalmente, lo pertinente es que el DNP sea claro en decir cuando los proyectos no sean viabilizados por falta de recursos, y cuando por errores en su formulación. Además de ello, orientar y capacitar a los gobiernos municipales de acuerdo a sus requisitos, y comprometerse para que en Bogotá, se les preste atención a los alcaldes cuando vayan (algunos desde muy lejos) a gestionar sus iniciativas, obviamente debidamente estructuradas y en los tiempos oportunos, pues que un alcalde, o un secretario de planeación municipal, no sepan formular y estructurar un proyecto, también deja mucho que pensar.

REDACCIÓN EDITORIAL

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