Por ahí dicen que año nuevo, vida nueva, y que escoba nueva barre bien. A eso parece haberle respondido el alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, con los cambios realizados en días pasados en su gabinete. Cuatro cambios importantes hizo el mandatario local, al parecer porque los salientes funcionarios no lograron cogerle el ritmo o no llenaron sus expectativas. Dos de ellos habían ingresado por concurso de méritos.
Hoy Ibagué ya cuenta con nuevo secretario de Gobierno, nuevo secretario de Desarrollo Rural, nuevo secretario de Tránsito y nueva gerente del Instituto de Financiamiento, Promoción y Desarrollo de Ibagué, Infibagué.
Y es que a pesar de que al término del primer año es normal que las administraciones hagan cambios, en esta oportunidad parece ser que Jaramillo terminó ajustando algunas falencias evidenciadas en sus funcionarios en 2016, tales como el tema de la inseguridad, la congestión vehicular, y la falta de efectividad de estrategias como los mercados campesinos y recuperación de vías rurales, a pesar de que quien estaba en ese cargo se suponía representaba bien dichos propósitos. Igualmente la administración de Infibagué, cuestionada por el polémico contrato de los pesebres navideños y los despidos de personal, terminó siendo relevada y puesta en manos de Yolanda Corzo, una vieja conocida del Alcalde, quien a pesar de su fuerte carácter, al parecer, terminó cumpliendo una juiciosa y positiva labor en el Ibal.
Los retos de los nuevos funcionarios es que no solo logren responder a la confianza del Alcalde, sino que cumplan a los ibaguereños. La seguridad y la movilidad en Ibagué deben ir de la mano, y allí se constituye el primero. Dos expolicías estarán al frente de ambas carteras, y en ese sentido, esperamos logren trabajar articuladamente por el bien de la ciudad, aprovechando también una cara nueva en la comandancia de la Metropolitana.
Hoy el tema de la movilidad vehicular sigue siendo complejo, algunas calles de Ibagué parecieran ser un gran parqueadero público, mientras que otras se asemejan a los caminos oscuros de una película de pandillas, en los que rara vez se ve un agente de policía.
Del nuevo secretario de Desarrollo Rural, al igual que de sus compañeros de gabinete, esperamos compromiso por su labor, sobre todo en las zonas rurales y campesinas, pero también juicio para enfocarse únicamente en las tareas de gobierno, pues otrora cuando desempeñó un cargo de dirección en el pasado gobierno departamental, sus declaraciones en contra de las toldas conservadoras y las constantes salidas en radio para disertar sobre distintos temas terminaron costándole algunas críticas, por no dedicarse para lo que realmente lo escogieron.
Así las cosas, no queda más que augurarles éxitos y esperar su buena gestión, su compromiso y su máximo esfuerzo en las tareas que demande la Ciudad Musical.
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