La pelea del ‘Bolillo’ y Pinto

La condición de ser figuras públicas, y tal vez modelos a seguir, convierte lo ocurrido en un acto escandaloso y vergonzoso. Toda persona que goce del reconocimiento público siempre tendrá a su espalda la responsabilidad de manejar un buen comportamiento

Un bochornoso espectáculo protagonizaron recientemente los técnicos colombianos Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez y Jorge Luis Pinto. Los seleccionadores de Panamá y Honduras, respectivamente, al término del partido que enfrentaba a ambas selecciones, tuvieron una acalorada discusión, y de no ser por la rápida intervención de la policía panameña, habría terminado con golpes.

En medio de empujones, Bolillo alcanzó a agarrar por el cuello a Pinto y le lanzó improperios de grueso calibre, que fueron captados por las cámaras de televisión. Luego de ello, en la rueda de prensa se supo que Pinto había acusado a Bolillo de haber comprado a un árbitro en el partido pasado, efectuado con motivo de las eliminatorias clasificatorias al Mundial, lo que habría despertado la furia del antioqueño.

Además de un veto de los panameños hacia Jorge Luis Pinto, el bochorno dejó mal parados a ambos técnicos ante los ojos del mundo del fútbol, pues los dos se han destacado gracias a su buen trabajo como entrenadores, incluso en citas mundialistas con diferentes selecciones. Tanto el ‘Bolillo’ como Pinto también dirigieron la Selección Colombia, y gozan de renombre y reconocimiento público en nuestro país y en el mundo, y justamente eso es lo reprochable del caso. Para nadie es un secreto el fuerte carácter de ambos, y la agresividad del ‘Bolillo’, conocida cuando en 2011 tuvo que renunciar a su cargo como DT de la tricolor, luego de haber golpeado a su amante en un bar de Bogotá.

La condición de ser figuras públicas, y tal vez modelos a seguir y ejemplos de muchos quienes gusten del fútbol, convierte lo ocurrido en un acto escandaloso y vergonzoso. La imagen de dos compatriotas peleando por fuera de su país de origen dista mucho de la calidez y la amabilidad mostrada internacionalmente por los colombianos, con lo ocurrido en noviembre de 2016, cuando la mayoría del plantel de fútbol brasilero Chapecoense murió a causa de un accidente aéreo en territorio antioqueño.

No hace mucho reiterábamos desde este mismo espacio editorial que toda persona que goce del reconocimiento público, sea deportista, periodista, artista, político o empresario, siempre tendrá a su espalda la responsabilidad de manejar un buen comportamiento, y aunque se entiende que en el fútbol hay momentos de tensión y calor a causa de las emociones y pasiones que despierta, lo mostrado por ambos termina por avergonzarnos y rogar por que lo ocurrido no suceda en otras ocasiones, ni que mucho menos los entrenadores del fútbol local lo vayan a tomar de ejemplo.

REDACCIÓN EDITORIAL

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