El regreso de 42 sonrisas

Uno de los errores frecuentes es que se vean ambos problemas como algo meramente estético, ignorando otro tipo de incidencias y consecuencias como las dificultades de expresión y habla que sufren las personas que crecen con alguna de estas malformaciones.

Según datos de la fundación Operación Sonrisa, de 800 personas que nacen en Colombia, una viene con labio leporino, y una de 2.000 con paladar hendido. Aunque las cifras parecieran ser relativamente bajas, ambas malformaciones representan un gran problema para miles de niños en el país, sobre todo en la primera infancia, cuando a causa de ellas se presentan dificultades a la hora de su alimentación y lactancia.

Esta semana, la fundación Dibujando Alegría, en conjunto con el Club Rotario de Ibagué, llevaron a cabo una jornada gratuita de cirugías a 42 niños tolimenses que sufrían de dichas malformaciones. Un equipo integrado por médicos extranjeros, tuvo la misión de devolverles la sonrisa a estos pequeños, y de paso a sus padres, quienes difícilmente podrían costear por sus propios medios una cirugía de dichas características. El hospital San Francisco de Ibagué, al igual que el Instituto de Cirugías Reconstructivas, también hicieron parte de la noble causa.

Aunque en algunos casos, ambas malformaciones congénitas tienen su origen a razón del consumo de alcohol y drogas de la madre durante el embarazo, un 70% de los casos presentados son de origen desconocido. De ahí que sea tan complejo prevenir el problema. Actualmente en Colombia, además de la mencionada fundación Operación Sonrisa, y la cual desde 1983 viene trabajando en el tema en más de 17 mil jornadas de atención, no existe otro tipo de entidad y organización que se dedique exclusivamente al tratamiento del labio leporino y paladar hendido, y eso hace que la destacada y voluntaria labor de personas y organizaciones sin ánimo de lucro, como esta y como el Club Rotario de Ibagué, sean motivo de admiración y ejemplo para muchos.

Sea esta la oportunidad de hacer un “recorderis”, tanto a la Secretaría de Salud departamental, así como a la municipal, para que el tema del paladar hendido y el labio leporino, también tengan cupo en la agenda de las jornadas de salud y atención integral que realizan. Uno de los errores frecuentes es que se vean ambos problemas como algo meramente estético, ignorando otro tipo de incidencias y consecuencias como las dificultades de expresión y habla que sufren las personas que crecen con alguna de estas malformaciones.

REDACCIÓN EDITORIAL

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