Información en manos del poderoso

Por otro lado, y teniendo en cuenta el alcance del canal, queda expuesta la ética profesional y que el grupo económico utilice su noticiero para desvirtuar los riesgos del consumo de azúcar, los cuales son ampliamente conocidos y demostrados.

La discusión en torno a los medios de comunicación en Colombia hace tiempo está abierta. Para nadie es un secreto que los grandes canales de televisión, así como los periódicos de mayor trayectoria en el país y las principales casas radiales, pertenecen a los conglomerados económicos más grandes y poderosos, y aquello ha generado conflictos en las líneas editoriales y en la información normal que todo medio maneja.

Esta semana, el tema volvió a calentarse por cuenta de una columna de Héctor Abad Faciolince en El Espectador, en donde recordó la acérrima defensa de Noticias RCN, para con su filial Postobón, en la discusión del impacto negativo que tiene el consumo de azúcar en las personas, evidenciado y demostrado varias veces por la Organización Mundial de la Salud.

Abad, así como también hiciera el columnista de Revista Semana, Daniel Coronell, trajo a colación un informe revelado recientemente por el periódico New York Times, en donde se evidencia que por más de 50 años fueron archivados a conveniencia, los resultados de un estudio el cual dictaba que las enfermedades cardiovasculares, la obesidad y el cáncer estaban relacionados directamente con el consumo de azúcar.

Como respuesta a ello, los enfrentamientos no se hicieron esperar, y la directora de Noticias RCN, Claudia Gurisatti, emprendió una campaña en Twitter con el fin de defender lo indefendible, y desvirtuar y desviar los argumentos tanto de Abad como de Coronell, sustentados en estudios serios y concretos, con simplezas como aquella de que a ella le gustan las gaseosas. Frente a ello, y el tema de lo perjudicial que puede llegar a ser el consumo desmesurado de azúcar, presente no solo en los productos Postobón, está más que claro que en efecto el consumo no solo de las bebidas azucaradas, sino de otro tipo de dulces y golosinas, incluso de casi todas las marcas, incrementa los riesgos relacionados con la obesidad, la diabetes, entre otros males.

Por otro lado, y teniendo en cuenta el alcance del canal, queda expuesta la ética profesional y que el grupo económico utilice su noticiero para desvirtuar los riesgos del consumo de azúcar, los cuales son ampliamente conocidos y demostrados. Una cosa es no compartir los argumentos médicos y de los columnistas y otra cosa es atacar a quienes han alertado y difundido la información a través de campañas.

A propósito del impuesto a las bebidas azucaradas nada pasó, porque así como con los noticieros, el todopoderoso, ha sabido extender sus tentáculos en la política nacional, y casi que no haría falta mencionar el partido o el movimiento alineado, pues con ver uno de los capítulos de La Noche, bastaría para saberlo. Ese es el poder.

EL NUEVO DÍA

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