Desde antes de su posesión como ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, sabía que la iba a pasar mal. Primero, porque el reto fiscal que tiene este gobierno es inmenso y difícil de afrontar, y segundo por su pasado en el mismo cargo en el gobierno de Álvaro Uribe, en donde tuvo serias críticas por algunos de los programas impulsados desde esa cartera.
Una de las cosas que en su momento fue motivo de gran crítica para el entonces Presidente Uribe, tal cual como lo ha querido reencauchar el actual gobierno, la intención de gravar la canasta familiar, siendo ello, casi que un golpe al colombiano promedio.
Casi que una contradicción, pareció en ese entonces, que mientras se creaban zonas francas especiales, en donde incluso los hijos del presidente obtuvieron beneficios, el Ministro Carrasquilla sugiriera que el salario mínimo en Colombia, era ridículamente alto. Pero, quizás lo más grave, y lo cual lo tiene en aprietos por estos días, es lo relacionado con los famosos bonos de agua o “bonos Carrasquilla”, creados con el fin de que los municipios colombianos pudieran financiar obras de acueducto y alcantarillado, pagando tasas bajas de interés. No obstante, con el paso del tiempo, dichas tasas fueron aumentando y creciendo desmesuradamente, hasta volverse insostenible para los 117 municipios que accedieron a ellos.
De esos más de 100, solamente 30 tienen resultados para mostrar respecto a aquel programa, que según lo denunciado por el columnista Daniel Coronell, empobrecieron a más de 80 municipios, y terminaron beneficiando al mismo Ministro y a sus aliados, a través de una empresa que asesoró y ayudó a crear los famosos bonos.
Según las denuncias de Coronell y del senador Jorge Robledo, citante al debate de control político hecho, Carrasquilla siendo Ministro, se lucró con las altas tasas de interés cobradas a través del Sistema General de Participaciones (SGP), por medio de una empresa denominada Konfigura Capital, de la cual fue socio y fundador hasta el año pasado.
Pese a que, para algunos, incluido el mismo Presidente, no hubo corrupción en dicho asunto, ni nada ilegal, aparentemente las acciones de Carrasquilla sí representan una falta gravísima a la ética, pues de creador de los bonos, pasó a contratista y trabajador de los mismos, cabiéndole incluso interés indebido en la celebración de contratos, o enriquecimiento ilícito, pues según lo expuesto por Robledo en el acalorado debate llevado a cabo el pasado martes, Carrasquilla pasó de tener 38 millones de patrimonio ilíquido en 2009, a tener más de 2.000 millones en 2014.
Por ahora, la Procuraduría y la Contraloría abrieron investigaciones, de las cuales todo el país espera surja algún efecto, pues pareciera que ni Carrasquilla va a renunciar, ni el presidente Duque lo va a despedir como manifestara recientemente, ni mucho menos la moción de censura tendrá éxito. Mientras tanto, algunos municipios siguen sin acueducto y agua potable.
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