El clan Fujimori en declive

Lo ocurrido ha afectado a todo el partido Fuerza Popular y ya se habla de 15 compañeros de Keiko que colaborarían con la justicia, contando, a cambio de beneficios judiciales, todo lo que saben.

Como en las monarquías europeas y los gobiernos de medio oriente, desde hace casi 30 años en el Perú ha mandado la familia Fujimori. Luego de dos periodos de Alberto como Presidente, y en donde fue acusado de múltiples violaciones a los derechos humanos, sus hijos Kenji y Keiko siguieron sus pasos, como representantes y senadores, liderando un fuerte movimiento político, con el fin de mantener el legado (y el poder de su padre).

Fujimori, indultado por el expresidente Pedro Pablo Kuczynsky, quien terminó negociando su perdón a cambio de que el Fujimorismo, encabezado por los hijos de Alberto, votaran en contra del proceso de vacancia que se le adelantó por sus vínculos con Odebrecht, actualmente se encuentra recluido en una clínica, a donde curiosamente ingresó luego de que se conociera la noticia de que deberá volver a la cárcel, por motivo de una orden judicial, que deja sin piso el indulto otorgado por Kuczynky, quien terminó renunciando, en buena parte, por haber chantajeado y usado la ley a su beneficio.

Es decir, toda una obra malévola bajo el amparo presidencial, que para fortuna de los peruanos terminó con la renuncia del jefe de estado.

Sin embargo, y aunque en lo corrido del encarcelamiento y juicio hecho a Fujimori, sus hijos, siguieron en medio del ejercicio político, incluso su hija Keiko por poco gana la Presidencia, por estos días, esa gran fuerza, y poderío denominado Fujimorismo, y defendido a ultranza por la ultraderecha peruana, sin importar los crímenes y las condenas otorgadas a Fujimori; actualmente vive el peor momento de su historia, y como no hay mal que dure 100 años, pareciera estar a punto de la estocada final.

Por un lado, nuevamente la reclusión de Fujimori se convierte en un triunfo moral para los peruanos, y especialmente para las víctimas de su gobierno totalitario, y por el otro, su hija Keiko, distanciada completamente de su hermano Kenji por diferencias políticas, enfrenta a la justicia por la financiación irregular de su campaña presidencial en 2011. Keiko fue acusada de recibir más de 1 millón de dólares de la compañía brasilera Odebrecht, y de operar toda una red criminal para lucrarse y ganar la banda presidencial.

Actualmente 11 de sus asesores y colaboradores también responden ante las autoridades por cuenta de sobornos aceptados, y el pago de publicidad electoral en televisión por más de 210 mil dólares, sin haber reportado el origen de dichos dineros. Lo ocurrido ha afectado a todo el partido Fuerza Popular y ya se habla de 15 compañeros de Keiko que colaborarían con la justicia, contando, a cambio de beneficios judiciales, todo lo que saben.

En definitiva, el ocaso del Fujimorismo ha comenzado y la revocación del indulto al jefe del sanguinario Vladimiro Montesinos, fue el primer paso.

REDACCIÓN EDITORIAL

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