Una fiesta para los niños

Pese al origen de la celebración del Halloween en el mundo, y a sucesos como el mencionado en Armero, y en algunos cementerios del país, las fiestas infantiles que se realizan por estos días nada tienen de diabólico o paranormal, y en ese argumento han caído algunos cristiano-católicos, quizás de manera preventiva.

Junto al 24 de diciembre, fecha en la que el mundo celebra la Navidad, el 31 de octubre se convierte en un día muy esperado por los niños. El tradicional día de las brujitas, llamado también día de los niños, sin duda es una oportunidad, para que los más pequeños se diviertan y sean atendidos con meriendas y detalles.

No obstante, pese a que el Halloween, en el último siglo se enfocó en que los niños y jóvenes durante un día, pudieran disfrazarse de su personaje o profesión favorita, dicha fecha tiene su origen en un ritual pagano de los Celtas: irlandeses y habitantes de gran Bretaña en el siglo XVIII, que tenían por costumbre celebrar el fin del verano, con una fiesta que incluía algunos rituales de comunicación con muertos, que, a hoy, sigue teniendo cierta relevancia en algunos grupos de personas.

De a poco y con la extensión a culturas como la de Estados Unidos, de donde la importamos los colombianos y latinoamericanos en general, el significado de fondo fue cambiando, y aquella fiesta de día de muertos celebrada mayoritariamente en México, con las famosas calacas y calaveras retratadas en la película Coco; ese trasfondo de espiritismo y relaciones con el más allá, en la mayoría de países del mundo, hoy tiene un significado distinto, estrechamente ligado con los niños y la sana diversión, y ese es el contexto y significado real que debería tener en la mayoría de casos.

Como un irrespeto a los miles de víctimas de la tragedia de Armero, y sus familiares que aún lloran y buscan a sus muertos, se ha visto la intención del locutor Daniel Trespalacios, quien a través de su programa el Cartel de la Mega, año tras año visitan las ruinas, con el fin de generar con aparentes comunicaciones paranormales, un mayor raiting.

Esto, según pobladores de la zona, ha incentivado la profanación de tumbas y los actos de espiritismo, especialmente en Armero, lo que desvirtúa ese significado inocente y entretenido de disfrazarse del personaje de moda y salir a pedir dulces como anuncio de la cercanía de la temporada navideña.

Pese al origen de la celebración del Halloween en el mundo, y a sucesos como el mencionado en Armero, y en algunos cementerios del país, las fiestas infantiles que se realizan por estos días nada tienen de diabólico o paranormal, y en ese argumento han caído algunos cristiano-católicos, quizás de manera preventiva.

La fecha que hoy se celebra no es ajena a las intenciones de un niño de ser al menos por un día, policía, bombero, superhéroe, Tortuga Ninja, Capitán América, y con un estricto cuidado de padres de familia, el día de disfraces debe ser una fiesta para ellos, para los más pequeños que aún tienen inocencia, y creen en que el mundo puede ser mejor si tienen un disfraz puesto.

REDACCIÓN EDITORIAL

Comentarios