Por estos días preocupan en el mundo algunos postulados nacionalistas, y de momento, las miradas se centran principalmente en un solo personaje: Donald Trump. Mientras que figuras políticas como Ángela Merkel y Emmanuel Macron, posan abrazados y sonrientes en señal de unidad, el Presidente norteamericano, desde antes de llegar a la Casa Blanca ha radicalizado sus posturas frente al multiculturalismo y los inmigrantes, y ahora que es jefe de estado, ha llevado a cabo acciones con el fin de ser coherente con su discurso.
La intención de construir un muro para impedir el paso de mexicanos a territorio norteamericano, así como las decisiones respecto al ingreso de ciudadanos sirios, iraquíes, iraníes, libaneses, entre otros, a suelo gringo, si bien buscan salvaguardar los intereses estadounidenses, aquello se ha visto traducido como un punto más de la gran agenda nacionalista impulsada por Trump, que viene generando discordias y conflictos, teniendo en cuenta, que aliados importantes en Europa, han dado muestras de estar comprometidos con erradicar los discursos discriminatorios y xenófobos del mundo.
Un foro en París que contó con la presencia de un gran número de mandatarios, realizado en días pasados, justamente ha sido el inicio de una lucha en contra del nacionalismo, y evidentemente Estados Unidos, país que históricamente se ha conocido como el de las libertades, ha entrado en la mira de las grandes potencias, y Alemania, bajo el liderazgo de Ángela Merkel, ha emprendido esa tarea, quizás como pago de la deuda histórica de ese país, generador y protagonista del holocausto Nazi.
Una agenda mundial a favor de la paz debería generarse bajo esos propósitos, y más cuando en el último año se han presentado 222 conflictos violentos, que dejaron más de 65 millones de refugiados, en parte, gracias a los discursos que excluyen y discriminan, y para ello, el papel de la mujer más poderosa de los últimos tiempos, según Forbes, es trascendental.
Millones de latinoamericanos, y especialmente colombianos, viajan año tras año a distintos países, y especialmente a Estados Unidos, con el fin de buscar mejor calidad de vida, y la situación pareciera ser cada vez más compleja, con aquello de “make america great again”. Por estos días, el presidente Trump también ha manifestado querer abolir la ciudadanía para los hijos americanos de inmigrantes ilegales, y aquello también tendría grandes repercusiones.
A escasos tres años de que Ángela Merkel abandone su cargo, y de paso la política, como se ha rumorado en el mundo, el tiempo luce demasiado corto para erradicar los conflictos diplomáticos, incluso en su propio país, en donde en los últimos tiempos, nuevamente han aparecido simpatizantes nazis, radicalistas, y activistas de diferentes movimientos sociales.
En ese orden de ideas, un gran reto tendrá como embajador Hans Peter Knudsen, posesionado recientemente por el Presidente Duque, entre ellos construir una agenda en torno a la paz, pero también hacerle frente al narcotráfico y delitos de colombianos que afronta la gran Berlín. A él, le deseamos muchos éxitos en este gran reto.
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