Debería renunciar

Hoy además de lo sucedido, que no es para menos, porque fueron más de 400 personas las afectadas con la esperanza de poder tener una vivienda propia; según la comunidad, el alcalde ha sido negligente con diferentes temas de la administración municipal, y se la pasa despachando desde su casa, viajando, y peor aún, de fiesta, como algunos líderes del pueblo han denunciado.

Mariquita históricamente ha sido una población próspera y rica en agricultura.

Además de la venta del famoso pan, actividades como la frutería y la ganadería, mueven la economía del pueblo, y lo han convertido en uno de los más visitados en el Tolima.

El clima, su gente amable, y su cercanía con otros municipios turísticos, también han hecho de dicho pueblo, un lugar agradable y cálido, que, en los últimos tres años, ha vivido momentos difíciles y desgastantes por cuenta de los temas políticos.

La llegada del alcalde Alejandro Galindo del partido de la U, y apoyado por el cacique Emilio Martínez, ha sido el detonante de una situación de desespero y desestabilidad social, pues el mandatario además de que se hizo elegir consiguiendo votos a punta de mercados, falsas promesas, favores y cemento para algunas cosas, se vio inmerso en una polémica que fue noticia nacional, por cuenta de unos lotes que vendió a través de su esposa, y que resultaron siendo una gran estafa, situación que le ameritó la cárcel a la mencionada señora.

Hoy además de lo sucedido, que no es para menos, porque fueron más de 400 personas las afectadas con la esperanza de poder tener una vivienda propia; según la comunidad, el alcalde ha sido negligente con diferentes temas de la administración municipal, y se la pasa despachando desde su casa, viajando, y peor aún, de fiesta, como algunos líderes del pueblo han denunciado.

Tan compleja ha sido la situación en Mariquita, que con todos los problemas y necesidades que atraviesa el municipio, el Alcalde, ha encargado por momentos la alcaldía a un periodista amigo de su gobierno, y quien otrora ha manejado la emisora Radio Lumbí, demostrando, una falta de criterio y responsabilidad en el cargo para el que fue elegido.

Por estos días, y desde que se supo que lo de los lotes era una forma de engañar incautos, los mariquiteños han hecho plantones, marchas, y protestas, con el fin de ser escuchados, y especialmente quienes pensaban que en Balcones del Prado, nombre que se le puso al proyecto de vivienda que fue un fiasco. Con justa razón.

Hoy desde aquí, coincidimos nuevamente en que mientras se sigan eligiendo personas y proyectos políticos que hacen campaña comprando amistades y conciencias, nada bueno llega, y en Mariquita el ejemplo está vivo.

Podría decirse que no tiene ninguna autoridad moral el señor Galindo para seguir siendo alcalde, y aunque probablemente no haya delito alguno en su contra, sería muy bueno que el mismo mandatario reconociera su falta de gobernabilidad y gestión, y decidiera dar un paso al costado.

Mariquita, al igual que todos los municipios del Tolima, requieren un alcalde gestionador, correcto, transparente, decente, y no alguien con tantos cuestionamientos, y nula autoridad ética y moral para gobernar.

REDACCIÓN EDITORIAL

Comentarios