El Mahatma Gandhi

Gandhi es el símbolo mundial del pacifismo, la tolerancia, el respeto por el medio ambiente, virtudes cardinales de nuestros días. Enaltecer su ejemplo es sembrar semillas de tolerancia en esta Colombia destrozada por las pasiones y la intolerancia.

Hace algunos días se celebraron 150 años del nacimiento de Mohandas Karamchand Gandhi, mundialmente conocido como el Mahatma (gran alma) Gandhi, nombre honorífico que le dio el célebre escritor Rabindranath Tagore y con el que la posteridad conoce a quien es el Padre de la India y en los últimos siglos el más célebre apóstol del pacifismo, la tolerancia y la defensa del medio ambiente.

En los últimos siglos probablemente no se encuentra alguien que con su parábola vital e ideario represente mejor muchas de las causas por las que claman hoy miles de millones: la convivencia con quienes tienen un ideario distinto al suyo propio, una fe religiosa diferente a la de cada cual, el respeto y defensa del medio ambiente y de todas las especies vivientes del planeta.

La vida de Gandhi fue de lucha, constancia, sacrificio; despertó animadversiones, malquerencias y el 30 de enero de 1948, cuando tenía 78 años, fue muerto de tres disparos de arma de fuego por Naturam Godse, miembro de una agrupación hindú de extrema derecha, por considerarlo traidor de su patria.

Su final fue digno de una tragedia griega y la ha llorado el mundo durante más de 70 años por considerar que reunía virtudes difíciles de encontrar en un ser humano.

Gandhi luchó sin reposo por la independencia de la India desde cuando regresó a ella en 1915, luego de vivir 20 años en Sudáfrica. Abandonó el vestir como occidental, en adelante se cubrió a la usanza de las clases más desvalidas de la India, luchó por su independencia, pregonó la resistencia a las órdenes del Imperio Británico, la vida modesta, hizo muchas huelgas de hambre para clamar por sus derechos y estuvo siete veces en prisión.

Su gran amargura fue que al conseguir la libertad de su país, tras una resistencia pacífica de más de 30 años, las pasiones religiosas entre hinduistas y musulmanes provocaron el surgimiento de dos países, India y Pakistán (país de los puros), en medio de luchas fratricidas en las que murieron millones de compatriotas suyos.

Gandhi es el símbolo mundial del pacifismo, la tolerancia, el respeto por el medio ambiente, virtudes cardinales de nuestros días. Enaltecer su ejemplo es sembrar semillas de tolerancia en esta Colombia destrozada por las pasiones y la intolerancia.

REDACCIÓN EDITORIAL

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