Más allá del Día sin carro

La creación de bicicarriles estimularía a los amantes de la cicla para que vayan a trabajar empleando este medio.

Ayer se cumplió en Ibagué el segundo Día sin carro del año y los efectos benéficos de la jornada aún se cuestionan, en especial por parte de los comerciantes cuyos ingresos se resienten, debido a la reducción de las ventas que, en algunos sectores, pueden caer hasta en 90%, según estima Fenalco.

Durante el Día sin carro dejan de circular cerca de 230.000 vehículos, de acuerdo con la Alcaldía de Ibagué. La medida tiene como propósitos reducir la contaminación que causan los carros por cuenta de la emisión de gases de los combustibles fósiles, mejorar la calidad del aire que respiramos, estimular el uso de medios alternativos de transporte y conseguir que los ciudadanos reflexionen acerca del futuro del planeta y adquieran conciencia ambiental.

Pese a los cuestionamientos del sector comercial, el impacto de la jornada tiene mayores efectos positivos que perjuicios. Pero para conseguir resultados benéficos en el largo plazo y se incentive el uso de medios de transporte alternativos, sostenibles y amigables con el medio ambiente, es necesario adoptar medidas complementarias.

Para comenzar, la verificación de la revisión tecnomecánica de los vehículos de servicio público, particulares y motocicletas ayudaría a controlar la contaminación, si se efectúa en forma permanente.

Por eso el control que llevan los guardas de tránsito en este aspecto debe ser a diario y o no solo cuestión de dos días al año. La construcción de andenes amplios, sin desniveles y sin huecos invitaría a que muchos ibaguereños se desplacen a pie para hacer sus diligencias o a sus lugares de trabajo. La creación de bicicarriles estimularía a los amantes de la cicla para que vayan a trabajar empleando este medio. Así mismo, si el servicio de transporte público es cómodo, limpio, organizado, eficiente y con conductores respetuosos de las normas alentaría a que muchos ciudadanos dejen sus carros en casa en las jornadas laborales y empleen este sistema.

Por su parte, Fenalco propone que se realice solo una jornada en el año, y que se desarrollen otras actividades amigables con el planeta, como la siembra de árboles, avanzar en la implementación del reciclaje (que aún no arranca en Ibagué) y que se promuevan jornadas de limpieza (que si se ejecutan en las fuentes hídricas le harían mucho bien a la ciudad).

El Día sin carro trae beneficios al medio ambiente. Pero su eficacia se puede extender.

El Nuevo Día.

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