¿Quién impondrá el orden en el caótico tráfico de Ibagué?

La Secretaría de Movilidad de Ibagué entregó un reporte de las infracciones que más cometen los conductores en la ciudad. Lo primero que salta a la vista es que las vulneraciones a las normas de tránsito crecen de manera inquietante, lo cual señala la inexistencia de campañas de educación vial y la falta de autoridad en las calles.

Hasta el 30 de noviembre se habían reportado 17.249 infracciones sancionadas, muchas más de las 15.497 de 2022 y las 14.212 de 2021. La violación al Código de Tránsito que más cometen los conductores ibaguereños, según este reporte, es la de estacionar en lugares prohibidos, con 5.435 comparendos por este motivo; en segundo lugar, se encuentra no respetar los requerimientos de las autoridades, con 3.645 multas, y, en tercer lugar, no tener al día la revisión técnico mecánica y el SOAT, con 3.212 sanciones.

Las multas impuestas representan solo una mínima parte de las faltas que cometen a diario los usuarios de las vías, ya que en la mayor parte de la ciudad los agentes de tránsito brillan por su ausencia y es evidente el irrespeto a los reglamentos por parte de los conductores (cruzan semáforos en rojo, transitan en contravía, no acatan las señales de pare, exceden los límites de velocidad). Además, muchos conducen de manera atrabiliaria, lo cual convierte las horas pico en una verdadera tortura.

La situación no deja de alarmar, pues en los días decembrinos el tráfico aumenta por cuenta de la llegada de visitantes que vienen a pasar las festividades en esta ciudad, y porque muchos lugareños inician su temporada de vacaciones y salen a realizar compras o a recorrer el alumbrado navideño.

Sería conveniente que las autoridades diseñaran un plan para garantizar la presencia de agentes de tránsito en los lugares que tradicionalmente se congestionan más, como el centro, los alrededores de los centros comerciales y las zonas de gastrobares y demás establecimientos de diversión nocturna. Y, para el próximo año, desarrollar de modo permanente campañas educativas para concienciar a los conductores sobre el respeto a las normas de tránsito, reforzar el número de agentes para vigilar que se cumplan los reglamentos y planear soluciones para organizar el tránsito en los puntos críticos y a las horas pico.

EDITORIAL

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