Los 20 años del MAT

En diciembre de 2003 comenzó la historia del Museo de Arte del Tolima (MAT). Antes no existía en Ibagué un escenario destinado exclusivamente a las exposiciones de arte y durante muchos años gran parte del patrimonio pictórico de la región no estuvo a la vista de los tolimenses.

Fue gracias a la gestión del pintor tolimense Darío Ortiz y del entonces director de Cultura, Julio César Cuitiva, que el mandatario seccional de la época, Guillermo Alfonso Jaramillo, respaldó este proyecto que ya cumple 20 años.

Ahora sería impensable que la capital del Tolima careciera de un museo y hoy parece increíble que durante mucho tiempo Ibagué estuviera privada de apreciar obras de artistas plásticos del país y el mundo, porque no existían los espacios apropiados. El MAT ha servido para ampliar la oferta cultural de la ciudad, ya es un lugar emblemático y es un gran atractivo para los turistas. En sus siete salas se han presentado más de 120 exposiciones, y ofrece talleres de pintura y dibujo para niños, jóvenes y adultos.

Con motivo de la celebración de sus veinte años, el MAT organizó, con el apoyo de la Gobernación y la dirección de Cultura del Departamento, las exposiciones “Botero y su tiempo en el Arte Colombiano” y “Que 20 años no es nada”. La primera es una muestra de obras del maestro Fernando Botero y otros artistas colombianos de renombre internacional como Beatriz González, Doris Salcedo, Luis Caballero y Darío Morales. En la segunda se exhiben algunas de las obras más importantes que hacen parte de la colección del museo y que le han sido donadas en diferentes épocas. Entre ellas se destacan obras de Julio Fajardo, Edilberto Calderón, Darío Jiménez, Mario Lafont, Manuel Hernández, Eduardo Ramírez Villamizar, Andy Warhol, Joan Miró y Salvador Dalí.

Este extraordinario espacio no habría sido posible sin la gestión permanente de su fundador y presidente del Consejo Directivo, el maestro Darío Ortiz, que le infunde toda su energía para atraer muestras de destacados artistas locales y extranjeros, sin dejar decaer la calidad de las exposiciones y buscando apoyo permanente, y la directora Margareth Bonilla, cuya labor desde 2004 ha conseguido que el MAT sea uno de los museos regionales más activos y visibles del país. Todo este trabajo necesita grandes inversiones y el respaldo económico de las entidades estatales de cultura.

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