Taxis, tarifas y servicio

Para llegar a una tarifa justa y razonable, se habrá de considerar, de igual forma, que las finanzas de los usuarios de los taxis se impactarán con las cascadas de alzas que llegan con el nuevo año.

Ayer se definía el alza de tarifas de taxis. En los últimos años se transformó la “prima navideña” que recibían los transportadores, y que en la práctica era un alza anticipada del servicio, por un aumento oficial de las tarifas para el año siguiente.

Este año, de acuerdo con la Alcaldía, se llevaron a cabo reuniones en mesas de trabajo con diferentes sectores para acordar las nuevas tarifas. En ellas se tuvo en cuenta que el precio de la carrera mínima es más alto en Ibagué que en otras ciudades de similar tamaño, como Manizales, Neiva o Pereira. El gremio de los taxistas pide que la carrera mínima quede en 6.000 pesos, mientras que la administración local propone que esté alrededor de 5.800 pesos.

Los agremiados cuyos vehículos usan gasolina como combustible han visto menguar sus ganancias; además, los impuestos, los seguros, las afiliaciones y el mantenimiento que deben pagar cada año hacen que cada día deban trabajar más horas para obtener los mismos ingresos.

Otro factor que afecta las utilidades del negocio es la competencia que se creó con la irrupción de los servicios que prestan otros vehículos a través de plataformas de transporte. Hay que tener en cuenta, así mismo, que este es un trabajo riesgoso, pues los conductores están más expuestos a la inseguridad y los accidentes.

Por las calles de Ibagué circulan más de cuatro mil taxis que prestan sus servicios las 24 horas del día. De esta labor derivan sus ingresos miles de familias ibaguereñas (las de los dueños de los taxis y los conductores asalariados) y son un engranaje clave en la economía de la ciudad.

Ser taxista es una profesión y un servicio que se debe prestar con eficiencia y seguridad. Además, de tener licencia de conducción y los demás documentos en regla, los conductores deben conocer la ciudad, ofrecer la mejor ruta para llevar a sus pasajeros, orientar a los turistas, cobrar el precio justo, actuar con cortesía y, en general, brindar la mejor atención a sus clientes.

Para llegar a una tarifa justa y razonable, se habrá de considerar, de igual forma, que las finanzas de los usuarios de los taxis se impactarán con las cascadas de alzas que llegan con el nuevo año.

El Nuevo Día.

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