La crisis de agua en Ibagué se agudizó en los últimos días, por cuenta del Fenómeno del Niño. Ciudadanos molestos por la falta del servicio salieron de nuevo a las calles para protestar, y en el Concejo se cumplió un debate de control político a la gestión de la gerente del Ibal, Érika Palma.
Allí se abordaron las dificultades que ya son por todos conocidas y de las cuales se habla desde hace años, como la insuficiencia del acueducto para atender a la población, la aprobación de planes parciales sin que existiera disponibilidad de agua, las pérdidas de agua tratada que llegan a 48% y que se deben principalmente a la obsolescencia de las redes; las obras del acueducto complementario que aún no se entregan y la necesidad de buscar alternativas para garantizar un servicio eficiente a los ibaguereños. En el debate hubo espacio para que los voceros de las comunidades expusieran las penurias por las que deben pasar por falta de agua.
El concejal citante, Jorge Bolívar, dijo que son 30.000 personas las que viven sin agua en Ibagué, debido a que se autorizó la construcción de grandes proyectos de vivienda sin disponibilidad de agua, como sucede en la Arboleda del Campestre.
En los últimos años se aprobaron 16 planes parciales, sin planificación alguna, ya que no se tuvo en cuenta la factibilidad en materia de saneamiento básico y otros servicios como salud, educación y transporte. Además, en diciembre pasado se aprobaron dos planes parciales, pese a que estaban condicionados a la entrada en funcionamiento del acueducto complementario.
Por su parte, la gerente en su informe indicó que ya se completaron los trabajos para llevar el agua del río Cocora a la planta de tratamiento de La Pola y que en la actualidad se adelantan las pruebas hidráulicas; así mismo, que las obras de la planta de Boquerón se hallan en el 86% de su ejecución. Estas son buenas noticias para los ibaguereños, pero mientras se concluyen las obras es preciso que los ciudadanos que llevan años padeciendo por esta escasez tengan una pronta solución, pues el del agua es un derecho fundamental, que está siendo vulnerado.
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