El avance en los planes de desarrollo

Los planes de desarrollo les permiten a los gobernantes trazar el camino para la superación de problemáticas de sus habitantes, en materia de salud, educación, servicios públicos, vivienda, inclusión y transporte; impulsar los sectores productivos y proteger los recursos naturales. Así mismo, es un instrumento para hacer seguimiento a las metas que se trazaron los mandatarios seccionales y municipales, para cumplir durante su cuatrienio.

La Gobernación del Tolima y la Alcaldía de Ibagué avanzan en la construcción de los planes de desarrollo, que han contado con una importante participación ciudadana. En el caso del de Ibagué, la alcaldesa Johana Aranda ya entregó el borrador para la revisión de Cortolima y el Consejo Territorial de Planeación y espera entregar el proyecto definitivo al Concejo para su aprobación en abril próximo. 

El plan de desarrollo de Ibagué contiene cinco líneas estratégicas: Territorio, sostenibilidad, economía, gobernabilidad y cultura y sociedad. Durante su elaboración se llevaron a cabo 47 mesas de trabajo que se desarrollaron en diferentes sectores de la ciudad, en los que se recogieron las inquietudes y necesidades ciudadanas. Durante el proceso, en el que participaron cerca de 2.800 líderes de las zonas urbana y rural, se identificaron más de 2.500 problemas que fueron incluidos en el documento.

El Tolima, por su parte, fue dividido en seis subregiones (Centro, Nevados, Norte, Oriente, Sur y Suroriente) integradas por municipios con características similares y que tendrán especialidades para aprovechar las ventajas de cada una. De acuerdo con lo anterior, se crearon corredores productivos estratégicos: agroindustrial, turístico y tecnológico.

La Gobernación desarrolló mesas de trabajo en las subregiones y recogió las propuestas de más de 3.000 ciudadanos. Además, publicó el primer borrador en el sitio web con el propósito de que quienes deseen conocerlo lo puedan descargar, lo lean y hagan observaciones y contribuciones.

Nuestro Departamento tiene unos grandes retos por superar, en especial para el sector rural, donde reside el 31% de la población. En el campo, la informalidad llega al 94,2%, el bajo logro educativo es del 76,9%; el 47,7% de los habitantes carecen de acceso a agua potable y el analfabetismo alcanza el 10,5%.

El trabajo participativo de las comunidades hasta ahora realizado seguramente se verá reflejado en la consolidación de los planes de desarrollo departamental y municipal, de modo que respondan a las necesidades más apremiantes de los tolimenses y que contribuyan a cerrar las brechas entre el campo y la ciudad.

EDITORIAL

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