La necesidad de suspender el cese al fuego en el Tolima con las disidencias de las FARC

El Gobierno nacional suspendió el cese al fuego bilateral con las disidencias de las Farc, al mando del feroz “Iván Mordisco”, en los departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca, después de que este grupo armado perpetrara un ataque contra la minga indígena en Toribío (Cauca) en el que una persona fue asesinada y otras tres resultaron heridas, y ordenó la reanudación de las operaciones ofensivas contra este grupo ilegal.

 

En el Tolima hay preocupación por el posible desplazamiento de los hombres de estas disidencias hacia el sur de la región. La gobernadora, Adriana Magali Matiz, lamentó que el Departamento no fuera incluido en el decreto de suspensión del cese al fuego, pero expresó que respeta la decisión del Gobierno nacional: “Comprendo que el comandante de las Fuerzas Militares estuvo en nuestro territorio recientemente, tomando medidas urgentes en materia de seguridad", dijo la mandataria, al tiempo que insistió en la importancia del consejo de seguridad que se cumplirá el 3 de abril en Planadas.

Las disidencias de las Farc han reemprendido su accionar para atemorizar a la población civil del sur del Tolima. Han vuelto a hacer retenes ilegales en Puerto Saldaña, en Las Señoritas y en Santiago Pérez. Según informó la gobernadora, están citando a los presidentes de las juntas de acción comunal y les exigen que porten un carné. Así mismo, se están registrando “problemas graves de extorsión” en Chaparral, Rioblanco, Planadas, Ataco, Dolores, Prado y Alpujarra.

Matiz, junto con el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, le pidió al gobierno central extender el cese al fuego en sus territorios, ante lo cual el ministro de Defensa, Iván Velásquez, manifestó que están evaluando esta situación.

“Iván Mordisco” está al frente del Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc, que opera en cinco bloques, con cerca de 3.000 hombres y hace presencia en 147 municipios del país.

Es por eso que en el Tolima existe temor ante una nueva expansión de este grupo delincuencial. El Gobierno nacional haría bien en analizar la situación y atender las preocupaciones de los tolimenses, ya que los habitantes del sur padecieron durante décadas el conflicto armado y no es justo que se repita la historia.

 

EL NUEVO DÍA

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