La solución está en campañas de largo aliento dirigidas a hogares e instituciones educativas pregonando la necesidad de variar las conductas, pero acompañadas de labores coercitivas que hagan entrar en razón a los duros de mollera que solo entienden con sanciones y a palo.
Les corresponde a los gobernadores Delgado y Cruz, del Tolima y Cundinamarca, determinar lo que han de hacer con su alianza y coordinar las acciones con el alcalde de Flandes Teléforo Bernal quien, parece ser, el único que no se ha dejado amilanar por las, cada vez, más complejas e insondables determinaciones de la Aeronáutica.
El asunto consiste en hacer que el flujo turístico, de los distintos segmentos del mercado, garantice la ocupación de esas camas tras la terminación de las justas y allí es cuando debe entrar a participar la consolidación de una oferta atractiva que haga de los numerosos elementos disponibles.
La atención del mundo ha estado puesta en noticias como la renuncia de Benedicto XVI, la enfermedad y muerte de Chávez y la designación del papa Francisco; en tanto en Beijing se ha producido un evento de enorme trascendencia, pero que no ha generado el necesario escrutinio: el nombramiento como presidente de la nación por parte de la Asamblea Popular de Xi Jinping.
A todo lo dicho debe añadirse el efecto de la ampliación del Canal de Panamá que significará un cambio sustancial en el comercio mundial y cuyos trabajos marchan sin complicaciones para la anunciada inauguración en el 2015.
Con todo lo anterior vuelve a la palestra la pregunta que se hacía en estas mismas líneas a raíz de paro cafetero: ¿Se está quedando Colombia por fuera del escenario en cuanto hace a los precios de la producción nacional? ¿Podrá , entonces, sobrevivir la producción nacional por sus propios medios o se habrá sumido en una situación de falta de competitividad de carácter estructural?
Seguramente por sus 76 años no tendrá un pontificado como el de Juan Pablo II, pero tampoco será un Benedicto XVI y más de un millardo de fieles estará pendiente de su guía, sus prédicas y su ejemplo.
Lo ocurrido en Pereira es similar a lo acontecido en Cali, Medellín y Montería y como se ve todos los días, falta mucho para poder recuperar esas y otras zonas para la normalidad y la civilidad. Motivo de más para reforzar las precauciones y para que las autoridades extremen la vigilancia y estén prestas a controlar los brotes de las irregulares actividades.