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El drama de comprar vivienda en Ibagué, es cada vez más recurrente, esta vez, por cuenta de varias personas que denuncian arbitrariedades en el proceso de compra de apartamentos de interés social en el proyecto denominado ‘Fontana Campestre’, toda vez que, sin previo aviso y sin mayor explicación, el costo de las mismas aumentó en unos $16 millones.
Las denuncias ciudadanas que conoció esta redacción coinciden en asegurar que la constructora Proyectamos y Edificamos, encargada de promover, comercializar y construir estos inmobiliarios ubicados junto a las canchas de Comfenalco, habría modificado unilateralmente las condiciones contractuales originalmente pactadas, con el propósito de aumentar el valor inicialmente ofrecido y aceptado por los compradores.
“Desde finales de año empezamos a preguntar qué pasó con el proyecto y cómo va, ya que ellos casi no llaman a comunicarnos las cosas, entonces un asesor nos dijo que el precio del inmueble iba a subir, debido a que el apartamento debía ser comprado con base en salarios mínimos”.
“El problema está en que, cuando firmamos el contrato de compraventa, quedó estipulado que el precio era fijo en pesos, es decir, $128 millones, sobre lo cual se hizo la fiducia y la promesa”, comentó uno de ellos, quien prefirió mantener reservada su identidad.
A pesar del desconcierto, debido al alza del 16 % del salario mínimo legal vigente (SMLV) para este 2023, las Viviendas de Interés Social (VIS) también subirán de precio, ya que la una se encuentra indexada a la otra.
Así las cosas, varios son los perjudicados por esta situación: de un lado están quienes aseguran que no se les suministró información clara, oportuna y suficiente sobre las variaciones que podría sufrir el precio del inmueble, como consecuencia del incremento del salario mínimo, desde que se firmó el contrato de compraventa hasta el momento en que se debía realizar el pago del mismo.
Por otro lado, también se encuentran quienes en sus contratos de compraventa sabían de antemano los parámetros generales del apartamento, entre los que está su precio final, el cual, aseguran ellos, no estaba sometido a variaciones.
“Nosotros tenemos ese proyecto, donde hay una promesa de compraventa firmada y la misma está hecha en valores de pesos, en la que además estaba pactado que la entrega y escrituración sería para noviembre del año pasado. Pero cuando llegó el momento, enviaron un correo diciendo que la escrituración y la entrega se aplazaba, algo que es entendible, pero que había que firmar un otrosí para, además de aplazar la fecha, meternos un ‘mico’ que consiste en cambiar el valor del apartamento, pasando de pesos a salarios mínimos”, comenta otro de los afectados”
Asimismo, sostienen muchos que, si bien con anterioridad había quedado establecido que era plausible el postergar la entrega de las viviendas, de haberse cumplido el cronograma, ellos no tendrían que estar padeciendo el incremento del SMLV.
Además, aseguraron que, al cuestionar a la constructora por el cambio en las condiciones contractuales, esta no habría sabido contestar a dichos interrogantes.
Sobrecostos
En su gran mayoría, este aumento del salario mínimo y, por lo tanto, del precio de las viviendas, está golpeando a quienes iniciaron procesos para adquirir una casa en el segundo semestre de 2021 y primer trimestre de 2022, lo que se explica puesto que, por aquellas fechas era difícil suponer las condiciones macroeconómicas que se avecinaban.
Y es que algunas personas argumentan que el proyecto tendría pérdidas como consecuencia de los ‘cuellos de botella’ que provocaron los altos costos en los materiales. Sin embargo, dicen que ello no justifica la presunta modificación unilateral de las condiciones contractuales originalmente pactadas.
Tasas de interés, otro factor en contra
Adicionalmente, con unas tasas de interés del 12,75 %, y sin la certeza de que a corto y mediano plazo la misma se reduzca, para muchos resulta complejo acudir al endeudamiento para cancelar aquel aumento de $16 millones.
Por esa razón, los afectados le solicitaron a la constructora el mantener las condiciones de compra iniciales, es decir, el precio establecido hace un año, sin ningún tipo de incremento asociado al salario mínimo.
Sin plata no hay vivienda
Según estimaciones de los denunciantes, un aproximado de 100 personas comparten la misma incertidumbre, toda vez que, en caso de no poder cancelar el monto adicional que ‘Proyectamos y Edificamos’ les está exigiendo, no será posible realizar el proceso de escrituración y, por lo tanto, la entrega de apartamentos se quedará en veremos.
EL NUEVO DÍA se intentó comunicar con la constructora, pero al cierre de la presente edición no hubo respuesta.
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