Isaza nació en Pamplona en 1937, y desde los 3 años de edad vivió en la capital tolimense.

Durante más de 15 años, el doctor Pablo Isaza Nieto, fue columnista de EL NUEVO DÍA, y siempre se caracterizó por su compromiso y empeño en cada uno de sus escritos que resaltaban en cada tema su ética profesional.

El fallecimiento de Isaza dejará un gran vacío en cada uno de los lectores que esperaban con expectativas sus columnas, además de aquellos colegas que reflexionaban frente al qué hacer médico y tomaban como referencia cada uno de sus escritos.

El doctor compartía informaciones muy importantes, que se destacaban por su profunda investigación y ponían sobre la mesa temáticas que deben ser abordadas, urgentemente, acerca de la crisis de la salud en el departamento y el país.

Este lado humano y crítico frente al sistema de salud, eran unas de sus más llamativas cualidades, porque siempre destacó la importancia de la empatía y tacto con las que debían contar los médicos.

Perfil

 Pablo Isaza se destacó por ser un gran académico, obteniendo importantes títulos en su recorrido como profesional. En 1966 obtuvo su título como médico cirujano de la Universidad Nacional de Colombia, en 1968 se convirtió en Máster en Salud Pública de la Escuela de Salud Pública de Medellín y para 1970 se tituló como Máster en Administración y Dirección de Hospitales, de la Escuela de Salud Pública de Chile.

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También fue especialista en Programas de Salud Pública, de la Escuela de Salud Pública de México y las Naciones Unidas.

Recorrido laboral

 Isaza contaba con una impecable y amplia hoja de vida, en la que resaltan importantes puestos laborales y su compromiso con el sector de la salud.

Fue director del Hospital de Saldaña en 1966 y 1967, se desempeñó como jefe de Atención Médica del Servicio Seccional de Salud del Tolima en 1969, y de 1970 a 1972 fue el Director de Planeación de Salud del Ministerio de Salud Pública.

Posteriormente se desempeñó como el primer director del Hospital Federico Lleras Acosta en 1973 y de 1974 a 1975 fue el director del Fondo Nacional Hospitalario de Colombia.

Gracias a ese importante recorrido se convirtió en consultor de la Organización Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial de la Salud desde 1975 hasta 1997. Además de haber sido consultor en servicios de salud para la OPS, OMS, el PNUD y la Unicef.

Fue presidente de la Academia Nacional de Medicina, capitulo Tolima y recibió la orden Cruz de Esculapio de la Federación Médica Colombiana.

Preocupado por generar políticas públicas que mejoraran el sistema de salud, elaboró y coordinó la formulación de la política pública de alimentación y nutrición en 2007, la política de salud en Ibagué en 2009, y la de mujer y equidad de género, en Ibagué en 2010.

Academia

 Esta amplia trayectoria lo hacía un profesional seguro y comprometido, por lo que fue invitado como docente para diferentes capacitaciones y conferencias en universidades de Honduras, Guatemala, Chile, Uruguay y México. Asimismo, fue tallerista en países como Washington, Ginebra y Brasil.

Por lo que como todo un académico para el doctor Isaza era muy importante poder transmitir sus conocimientos, no solo a través de las diferentes y cientos de columnas que compartió desde EL NUEVO DÍA, sino también desde su investigaciones rigurosas publicadas en cada uno de sus libros, dejando una amplia bibliografía, basada en casos internacionales, nacionales y locales.

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Dicho recorrido fue por el que lo condecoraron con la medalla de servicios en salud internacional, otorgada por la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud en Washington.

Pablo Isaza será recordado siempre como uno de los mejores médicos del país, pero también por ser un gran ser humano, descrito por sus amigos como un caballero, un hombre leal y entregado.