“Cualquier esfuerzo en promoción de la lectura y la escritura es válido”

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
El destacado escritor hará parte hoy de la segunda edición de la feria, sosteniendo un conversatorio con Federico Torres desde las 2 de la tarde, en la plazoleta Darío Echandía.

Producto de toda una vida dedicada a las letras y enormes reticencias sobre toda esa tan a veces detestable parafernalia que suele acompañar a los escritores consagrados y del prestigio alcanzado, Evelio Rosero dará a conocer algunos aspectos de su más reciente novela, ‘Plegaria por un papa envenenado’, a lo largo de una conversación con Federico Torres, lugar hoy en la capital tolimense.

¿Qué puede esperar el tolimense de esta charla?

No sabía que los libreros independientes de Colombia cumplieran estas actividades, y ese solo hecho hace que sea para mí muy importante: es una forma de conocer a quienes aprecian el libro no solo de forma espiritual, sino que además hacen gran esfuerzo por querer hacerlo llegar a los jóvenes lectores a través de bibliotecas y escuelas.

En esencia tengo previsto presentar mi más reciente novela; tengo previsto leer uno de sus capítulos con el fin de invitar a su lectura.

¿Es requisito el conocimiento previo de su obra?

Creo que una lectura previa tanto como la presencia de aquel lector desprevenido es posible; aunque un conocimiento previo enriquece mucho más ese diálogo que uno busca entablar siempre que sea posible con los lectores, y hacerlos sentir algún interés por obras que no conozcan.

En lo que respecta a ‘Plegaria por un papa envenenado’, ¿recomendaría otras lecturas anteriores?

No creo que sea necesario, aunque sí quisiera que a partir de esa lectura la gente se acercara a ‘Ilustrísimos’, una obra escrita por el papa Albino Luciani en la que están consignados algunos comentarios sobre autores como Mark Law o Twain.

Así como propiciar la lectura de ‘En nombre de Dios’, escrita por el periodista David Yellow, y que en realidad es un trabajo muy enjundioso de investigación sobre la vida de este papa en particular.

¿Qué expectativas tiene sobre esta presentación en una ciudad como Ibagué?

Me interesa mucho el público de Ibagué; sé que hay varios talleres literarios, así como revistas en las que con frecuencia se publican cuentos, poesías y fragmentos de novelas; se trata de un público muy entusiasta conformado en su gran mayoría por jóvenes que trabajan de manera muy activa y con quienes tengo una correspondencia de carácter frecuente.

Aunque no me siento muy cómodo con otro tipo de obligaciones que impone la editorial para la promoción de la obra, estos encuentros con lectores y jóvenes escritores son de especial importancia para mí.

¿Cómo imagina al público al que se dirigirá hoy?

En general el público que asiste es el que uno podría encontrar en una sala de Bogotá o Cartagena, y aunque hay gente que llega a descansar un momento y no precisamente se interesa en la lectura, habrá gran mayoría que sí, en la medida en que la literatura hace parte de una actividad en que profesores, escritores, editores y libreros debemos hacer un esfuerzo por despertar el interés. Sobre todo en los niños.

¿Cuál es la importancia que tiene la literatura en este contexto?

La literatura es una manera de explicar el universo, y además es una continua invitación a la reflexión que constituye un soporte espiritual que ojalá los colombianos tuviésemos más en cuenta para poder hacer frente a toda esta realidad que tenemos que vivir a diario.

Amor y convicción

¿Hay una historia que recuerde con especial afecto de su época de infancia?

Mi mamá solía contar historias de espantos y de duendes; nos hablaba de una monja descabezada que en otras partes se conoce como la leyenda del monje descabezado, y que incluso ella aseguraba que había visto de niña donde nació: San Pablo (Nariño), muy cerca de La Unión, donde nació Aurelio Arturo.

¿Qué papel tienen el resto de las artes en su formación como escritor y lector?

Me gusta también la música clásica y de hecho suelo interpretar la guitarra, la flauta y la dulzaina a manera de hobby; de hecho esa actividad me ayudó a vivir en París porque solía tocarlos en el metro.

¿El escritor nace o se hace?

Se pueden dar una serie de parámetros desde el punto de vista de la Academia o de los talleres literarios, pero a la hora de la verdad es el escritor quien debe resolver sus propios interrogantes a través de su trabajo como escritor a solas; apelando siempre a sus propias lecturas y el sentido de responsabilidad y honestidad como escritor, en procura de alcanzar una obra de arte en la que se sienta viva la literatura y que desde luego se aleje de la mera pretensión de alcanzar fama o ganar un concurso. Eso ya es frivolidad.

Credito
JUAN CARLOS MILLÁN ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA

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