“Aún recuerdo sus palabras y sus regaños. Desde los siete años estoy cantando y tocando la guitarra gracias a él. La mayor herencia que me dejó ha sido la música”, añora su hija mayor, Esperanza Sánchez Pérez.

Ayer a los 87 años, cumplidos el pasado 18 de septiembre, dijo ‘hasta siempre’ el destacado músico y compositor espinaluno, tras afecciones del corazón y los riñones, agravadas por su alta edad.

Su lucha

Los designios de Dios se interpusieron a las ganas que tenía Sánchez Reyes de vivir y luchar por la música andina colombiana con su esposa, Rosa Pérez, y sus cinco hijos, Ricardo, Gonzalo, Esperanza, Luis Alberto y Luz Estela, todos destacados también en el ámbito artístico.

“Mi abuelo fue un berraco. Luchó hasta el último momento por sobrevivir, nueve días por salir adelante, ya hoy (ayer) nos dice adiós. Con él se va un legado cultural inmaterial, ya que él fundó el Festival del Bunde. Es una gran pérdida cultural para Espinal”, dice su nieto Diego Alejandro Pérez Sánchez.

Y agrega que “él fue un gran personaje público”, a su vez recuerda el homenaje que hace algunos años le fuera rendido en el Festival Nacional de la Música Colombiana.

“No se olviden de él”

Ese carácter de haberlo dado todo hasta sus últimos días, tal y como lo había mencionado el 10 de marzo de 2013 en entrevista con EL NUEVO DÍA, hacen que Diego Alejandro deje un mensaje muy especial.

“No se olviden de mi abuelo. Que su legado siga vivo en los corazones de los tolimenses. Se nos fue el maestro, pero aquí queda su familia luchando, para que cada año el recuerdo y el legado que dejó estén vivos”, sostiene.

La velación del cuerpo del maestro se cumplía ayer en la Casa de la Cultura de Espinal, luego de los honores que le rindieran la Alcaldía y el Cuerpo de Bomberos. Para hoy se prevé que el féretro permanezca en cámara ardiente en el Concejo en horas de la mañana, y que las exequias se efectúen a las 4 p.m., en la Catedral del municipio.