Ricardo Angulo nos deja el eterno legado

El pintor y docente acumuló cerca de 60 años de estadía en la Capital Musical. Durante este tiempo contribuyó como pocos a la enseñanza del arte plástico en instituciones como la Universidad del Tolima y el Museo de Arte del Tolima.

La tierra que hace unas seis décadas acogió al maestro Ricardo Angulo Díaz-Granados, proveniente de Santa Marta, y le permitió entregarnos sus mejores pinceladas de ejecución y enseñanza, hoy lamenta su partida de este mundo.

Fueron más de 27 años de ejercicio docente en la Universidad del Tolima y significativas exposiciones de su obra y don de gentes en el Museo de Arte del Tolima las muestras de su amplio bagaje.

Ayer hacia las 4 de la madrugada se produjo su deceso, y el MAT fue de los primeros en notificar este lamentable suceso.

“Su junta directiva, su directora y todo el equipo MAT lamentan profundamente la muerte del artista, quien contribuyó activamente al desarrollo de la pintura y las artes en el Tolima”, informó el recinto en un boletín.

El costeño en Ibagué

Precisamente, en octubre pasado había regresado de su ciudad natal con el objeto de seguir su trabajo artístico.

Además, en inspiración de su vasta trayectoria, de algo más de 50 años, el Departamento de Investigación y Desarrollo Audiovisual de la institución cultural grabó el documental ‘El costeño que se quedó en las montañas’, que será exhibido en los próximos días en su memoria.

“Ricardo Angulo cumplió el ciclo terrenal con distinción, donosura y eficacia. Oportuno enaltecer su labor y ratificar que merece mi reconocimiento y afecto”, escribió al respecto la artista plástica Olga Martínez.

En ‘Retrospectiva’

Angulo nació en Santa Marta en 1928. Se graduó como Maestro de Pintura de la Universidad Nacional y luego se especializó en España en colorido y pintura al natural.

Participó en exposiciones individuales y colectivas desde 1961 y recibió numerosas distinciones, además fue nombrado Miembro Honorario del Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo en Santa Marta.

Uno de los sucesos qué más lo marcaron en su carrera fue la demolición del mural ‘Emancipación’ ubicado en la Gobernación, donde abordaba, una vez más, problemáticas de orden social-político a través de la erupción de un volcán. Pese a las demandas interpuestas por el maestro, se derribó en 1997 para dar paso al centro de convenciones Alfonso López Pumarejo.

Credito
HERNÁN CAMILO YEPES VÁSQUEZ CULTURALES@ELNUEVODIA.COM.CO

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