Trabajar contra la discriminación y de cara a la verdadera formación de ciudadanos políticos es el reto que tienen los docentes del país, de acuerdo con los expertos invitados al Tercer Congreso Internacional de Educación Abrapalabra.

Lo anterior, según el investigador colombiano Alexander Ruiz, justificado en dos de las formas más violentas de aislamiento: estereotipia (rótulo impuesto a alguien) e invisibilización.

“Por ejemplo esta sociedad, a diferencia de muchas latinoamericanas, divide las escuelas para pobres y ricos; en Brasil, Chile y Argentina no es así. Ahí hay fuerte discriminación”, señala.

Acciones agravantes

Y añade que “la escuela, con la distribución de sus espacios, también reproduce esas formas, o cuando los docentes se refieren a las aptitudes de niños y niñas, diciendo que él es brillante y ella solo es aplicada”.

“Cuando hablamos de formación ciudadana y política estamos hablando de convertir estas cosas en reto para los docentes, las escuelas y los gobiernos locales. Es cómo tratar de romper estas fronteras de discriminación y que no permanezcan los abismos tan grandes”, indica.

No obstante, asegura que todo no se cambia con un discurso, “sino con una práctica cotidiana, un trabajo que requiere de deliberación entre los maestros y proyectos pedagógicos de la escuela”.

Entre los participantes está Carlos Augusto Rincón, de la institución San Isidoro, de Espinal, quien asegura que “en el papel todo se ve perfecto, pero la realidad que experimentan algunos estudiantes es muy diferente y a veces opuesta a lo planteado en el currículo y el PEI (Proyecto Educativo Institucional)”.

En su concepto, se “involucra a toda la comunidad: docentes, directivos y familia. El objeto es trabajar en equipo, aunque lastimosamente no todos participan”.

Fabiola Pérez, de la escuela San José de Tetuán, de San Antonio, opina que “la discriminación es algo que todos los días nos está sucediendo, por eso los educadores debemos empezar a mirar qué estrategias vamos a implementar para erradicarla”.