‘Comer o no comer’, lo nuevo de Caballero

REVISTA ARCADIA - EL NUEVO DÍA
Desde hoy estará en librerías ‘Comer o no comer, y otras notas de cocina’, el nuevo libro de Antonio Caballero. Con la agudeza que lo caracteriza, el escritor bogotano se ocupa de los placeres que entran por la boca. El resultado es notable.

“Hay placeres de absorción, de ingestión. Comer, beber, oír, ver, leer, aprender. Beber lo que a uno le gusta, claro: agua fresca sí, leche tibia no. O viceversa: todos somos distintos. Ver es un placer doble, de absorción y de emisión a la vez: ver y mirar. Respirar es también un placer doble, de aspiración y espiración. Y tal vez la expiración definitiva de la muerte sea también placentera”, escribió Caballero en el artículo Placeres terrenales.

Ese texto hedonista, escrito para una revista, hace parte de la más reciente compilación de notas del escritor bogotano, columnista de Semana y Arcadia.

El libro, como el artículo, se centra en la delectación -y también en la mortificación- de quizá el placer más terrenal: comer. Como el autor asegura en otra instancia: “La cocina es, de todas las artes, la más cercana a la tierra”.

La obra recoge 34 textos publicados durante los más recientes años en varias publicaciones gastronómicas y de crónicas. Y cuenta, además, con una divertida serie de los garabatos similares a los que el autor publica en la revista Semana.

‘Basura de comer’

 Su primer texto es una crítica, a veces desactualizada, contra el mal gusto y la masificación de la comida. Contra la degradación del tinto, “esa agua sucia y pastosa que se enfría en un instante y tiene un sabor tibio a sopa de tierra rehervida”, contra la migración incesante de sabores bajo el rótulo de comida fusión y contra los hábitos alimenticios de los colombianos. 

Pero, a la manera de Roldan Barthes en sus célebres Mitologías, los textos de Caballero a menudo trascienden la banalidad del tema en mano, para hacerse un mensaje punzante: “No son los glotones los que no piensan sino en comer. Por el contrario: son los anoréxicos”. El autor habla desde la comida de avión y la marihuana hasta el tamal y la gastronomía inglesa. 

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