Joel Sánchez, el creador del Humoris causa en Cuba, nos sorprende de nuevo con su sagacidad y carisma. Dedica su vida a las artes escénicas y nos muestra por qué es un amante del humor de pensamiento y cómo percibe en su amplio conocimiento de la comedia el cuento del humor en América Latina.

¿Cómo ha sido su experiencia con la comedia?

JOEL SÁNCHEZ: He podido encontrar en la comedia una manera de reinterpretar la vida. Más tranquila, con menos rabia. La comedia actúa como anestesia afectiva. Un buen comediante quiere a todos y sabe llevar las cosas bellas con la misma tranquilidad que las cosas más complicadas. “Todo bien”, como diría un costeño.

¿Cómo escribe Joel sus libretos?

J.S.: Caminando (risas). Uno sale a andar y encuentra las historias. Somos una raza bella, pero ridícula, en cada esquina hay un distraído o una cuestión que aprender.

El humor está en la calle. Yo sólo anoto.

¿Cree usted que en Colombia es diferente el humor regional?

J.S.: Colombia son muchos países en uno. Nada tiene que ver como cultura un boyacense y un barranquillero, o un paisa y un llanero.

Donde hay muchos países hay muchas maneras de hacer el humor, de los cánticos improvisados como el rajaleña hasta las cuestiones humorísticas de un bogotano.

Por ejemplo, un sabanero de Sahagún se ríe y cuenta historias de los días de vaquerías, como un público en Líbano se ríe a la sombra de una de las mejores bibliotecas municipales más cultas de este país. Me sorprendió positivamente hace un par de años la cultura general del público de Líbano.

De los países que ha visitado ¿qué humor le ha parecido interesante?

J.S.: La sagacidad del público argentino para reír de cosas finas, la manera en que te abraza la gente en Costa Rica, la riqueza de Paraguay que casi nadie sabe, que Perú no tenga nada que ver con Laura en América, Perú es un país muy culto, y de Colombia… esto es un Macondo gigante (lo digo en lo mejor y más literario sentido).

¿Por qué cree que a pesar de que un gran número de países latinos han sufrido difíciles procesos sociales y políticos con genocidios, dictaduras, guerras, etc., pueden reír de temas como la muerte?

J.S.: Mira, en Colombia tenemos un premio al “país más feliz del mundo”, y en Cuba nos jactamos de decir “primer territorio libre de América”: estos absolutismos son fatales, como es de fatal que un bruto carismático como Chávez le deje el país a un imbécil obtuso como Maduro.