Muere el escritor boyacense Fernado Soto Aparicio

EL ESPECTADOR.COM - EL NUEVO DÍA
Nacido en Socha y criado en Santa Rosa de Viterbo (Boyacá) llevaba varios años retirado del mundo de las letras y el campo académico, tras varias décadas como catedrático de distintas universidades del país.

En 1961 fue exaltado con el premio Selecciones Lengua Española, pero no serían los únicos, en 1970 recibiría el Premio Casa de Las Américas y un año después, el Premio Ciudad de Murcia.

Pero esta novela no fue su única publicación. Se cuentan cerca de 70 trabajos entre novelas, poemas, libros de cuentos, así como obras de teatro. Y, siendo consciente que el cáncer sería el que le pondría fin a sus días, hace algunos meses publicó a manera de despedida ‘Bitácora del agonizante’.

De sus 83 años, 70 los dedicó al mundo de las letras, pues en el momento de abandonar la infancia y entrar en el caos de la adolescencia, escribió dos novelas influenciadas por sus clásicos favoritos que jamás vieron la luz, que con el tiempo miraba con algo de vergüenza, pero que entendió que ellas cumplieron su labor como testimonio de su salto al vacío en el mundo de la literatura.

‘Los Miserables’ de Víctor Hugo, fue la obra que lo impactó de niño, que lo impulsó a escribir y a la cual siempre regresó. De hecho, recordaba que en Francia encontró una vieja edición de este libro y aprendió francés sólo para poder leer este texto en dicho idioma.

Hace 56 años publicó su primera novela ‘Los bienaventurados’, gracias a un galardón que obtuvo en España, luego de no encontrar quien la publicara en Colombia, no sin antes pasar por el calvario de la incertidumbre al haber enviado ese trabajo a un concurso, siendo ésta la única copia que tenía de dicho libro y, sin saber si, de no ganar, se lo devolverían.

Un escritor disciplinado, lo que le permitió publicar cerca de 70 libros, sin contar sus tres décadas de trabajo en la televisión. De ahí, que fácilmente en más de diez stand de la Feria Internacional del Libro, el lector podría encontrarse con 44 libros diferentes de la firma del escritor boyacense.

“Un libro sin un minucioso trabajo de investigación se cae en la mitad de su redacción”, aseguraba, por lo que era indispensable que para hacer literatura existiera pasión y mucho trabajo.

Una extensa obra, en especial en géneros como narrativa y poesía, donde usualmente desarrolló temas como los conflictos históricos y sociales de un país como Colombia. Siempre apoyado de una fuerte y profunda investigación sobre el tema.

Su obra poética data desde 1953, siempre concebida con una función social, siempre muy elaborado pero fluido, que va desde lo personal, pasando por las incertidumbres y zozobras de su circunstancia histórica, sin dejar atrás el público infantil, con piezas como ‘El color del viento’, ‘Guacas y guacamayas’ y ‘Lunes’. Tuvo un tiempo en el cual fue diplomático en Austria, pero realmente lo suyo siempre fueron las letras y el intenso trabajo en la literatura.

Ahora la Universidad Nueva Granada, donde también trabajó el escritor se encuentra construyendo su centro literario que llevará su nombre.

Credito
COLPRENSA

Comentarios