Cáncer, enfermedad que afecta de forma diferente a hombres y mujeres

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Se estima que durante los próximos diez años las muertes asociadas al cáncer aumentarán, hasta superar los 14 millones al año.

En el mundo fallecen 8,2 millones de personas por el cáncer, cifra que incluye cuatro millones de muertes prematuras, en edades comprendidas entre los 30 y los 69 años.

Sin embargo, la detección temprana y avances en tratamientos han dado lugar a una caída del 25% en la tasa general de mortalidad por cáncer, lo que equivale a 2,1 millones de muertes por cáncer menos entre 1991 y 2014.

Si bien existen otros factores que determinan la incidencia de los diferentes tipos de cáncer que afectan a mujeres y hombres, la brecha de género en la mortalidad por esta patología refleja en gran medida la variación en la distribución de la enfermedad.

Por ejemplo, el cáncer de hígado es tres veces más común en hombres que en mujeres, debido a la mayor incidencia de infección por el virus de la hepatitis C, el tabaquismo y el alto consumo de alcohol.

La probabilidad de que un hombre padezca cáncer de esófago, laringe y vejiga es cuatro veces más alta y la incidencia del melanoma es un 60% mayor en el sexo masculino.

El cáncer de pulmón, el colorrectal, el de próstata y el de mama siguen figurando entre las causas más comunes de muerte por cáncer, que representa alrededor del 46% de las muertes totales de cáncer entre hombres y mujeres.

Igualmente, fumar sigue siendo la mayor causa de cáncer alrededor del mundo. El consumo de tabaco representa cinco millones de muertes anuales o el 22% de todas las muertes por cáncer y no distingue entre hombres y mujeres.

Así mismo, con el 66% de la población mundial proyectado para vivir en áreas urbanas en 2050, la calidad del entorno urbano desempeñará un papel cada vez más importante en salud pública. Es por esta razón que ciudades de muchos países están fortaleciendo las regulaciones que prohíben fumar en lugares y espacios públicos.

En el país, el reporte oficial de la Cuenta de Alto Costo evidencia que la población prevalente con cáncer en Colombia fue de 172 mil 879 (en el periodo del 2 de enero de 2014 al 1 de enero de 2015), mientras que la incidencia fue de 64 por cada 100 mil habitantes.

La prevención sigue siendo la mejor ayuda

Las personas también pueden reducir el riesgo de padecer diferentes tipos de cáncer con hábitos saludables y haciendo ejercicio regularmente. El sobrepeso aumenta el riesgo de padecer 10 diferentes tipos de cáncer: intestino, mama, útero, ovario, páncreas, esófago, riñón, hígado, próstata avanzada y cáncer de la vesícula biliar. 

La reducción del consumo de alcohol disminuye el riesgo de tener cáncer de boca, faringe, laringe, esófago, intestino, hígado y mama.

Así mismo, el diagnóstico temprano es de gran ayuda: cifras recientes del Reino Unido han encontrado que para siete tipos de cáncer comunes: vejiga, intestino, mama, cervical, melanoma maligno, ovario y testicular, la supervivencia es tres veces mayor cuando el cáncer es diagnosticado a tiempo.

Patricia Gómez, y su lucha con el cáncer de Mama

Patricia Gómez, durante tres años notó un bulto en su seno, pero en diversas consultas los médicos le dijeron que era un ganglio, nada para alarmarse, hasta que, finalmente, en 2007 una médica general le prestó atención suficiente y se dio cuenta de que el asunto ameritaba urgencia, la misma profesional se encargó de conseguirle una orden para un examen especializado y pocos días después se confirmó que tenía un cáncer de seno en estado IIIB.

El médico de la unidad oncológica del Hospital San Ignacio le dijo que su pronóstico era complejo, entonces, esta docente de profesión decidió ser parte del grupo de sobrevivientes. “Para el momento en que me hicieron el diagnóstico tenía 40 años, una hija de 18 años que estaba soltera y embarazada y un hijo de 11, que apenas dimensionaba lo que era el cáncer; esas razones eran suficientes motivos de inspiración para emprender la batalla”.

Desde el momento de aquel examen se hizo la firme promesa de no llorar y pidió a Dios en el templo de San Diego, en el Centro de Bogotá, que le diera fuerzas. Patricia considera que los médicos y todos los actores del sistema de salud desempeñan un papel fundamental para cerrar las brechas de acceso y equidad en el tratamiento y diagnóstico del cáncer en el país.

Ella tuvo mastectomía radical de seno, 33 sesiones de radioterapia y siete infusiones de una fuerte quimioterapia. “Tuve que acudir a instancias legales para acceder a los tratamientos en una sola institución médica, así como para acceder al implante mamario”.

Para Patricia el apoyo de su familia y amigos fue vital en este tiempo, pues necesitó ayuda económica para solventar gastos de alimentación y otras necesidades básicas. Comenta que le resultaba complicado reclamar los medicamentos, pues tenía que ir varias veces a la EPS para lograrlo.

Sin embargo, siente que su experiencia con la enfermedad la ha fortalecido y agradece a la vida por haber ganado esta batalla. Cree que su misión se enfoca en apoyar a otras pacientes para que luchen por su salud.

“Ser cabeza de familia y emprender estos desafíos no resulta fácil, fueron años complejos y desde entonces permanezco en seguimiento constante para identificar cualquier anomalía que vuelva a presentarse. Ojalá nuestro sistema de salud abra más caminos para que los pacientes con cáncer tengan menos obstáculos para luchar por vivir dignamente, cuando sean diagnosticados con este tipo de enfermedades catastróficas”, puntualiza Patricia.

Beneficios de la actividad física antes, durante y después del cáncer

Dentro de los beneficios están: reducir la aparición de infecciones, mejorar la circulación, evitar la aparición de escaras en la piel que se producen en la piel del paciente al permanecer acostado por largas jornadas, aumentar la masa muscular (una persona con cáncer sin actividad puede perder alrededor del 20% en una semana). Además, retrasa el proceso de envejecimiento que en un paciente con esta enfermedad es más acelerado.

Según el Doctor Jhon Duperly (Phd en medicina del deporte) para la Asociación Colombiana de Medicina interna, se recomienda al menos 30 minutos de actividad física, además sugiere practicar deportes que combinen componentes emocionales como música, arte y baile.

Está demostrado que no tendrá otro efecto diferente al de beneficiar nuestra salud, sin discriminar edad, sexo ni etapa del cáncer: son igual de efectivos para todos aquellos que elijan el deporte como estilo de vida”, concluye.

De hecho, en el estudio ‘Cáncer y ejercicio’ elaborado por Duperly en conjunto con otros especialistas en el área, tras examinar a 12 mil 108

mujeres en el mundo, comprobó que el ejercicio reduce los índices de mortalidad en cáncer de mama en 34% y las recaídas en 24%.

También se determinó que reduce la mortalidad del cáncer de colon en 50%, tras estudiar 484 casos. Para el cáncer de próstata se evaluó a dos mil 705 hombres en estado no metastásico, evidenciando rebaja de recaídas del 57%.

Credito
EL NUEVO DÍA

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