“Para escribir un gran libro no tienes que ser un gran hombre”: Richard Ford

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Entrevista con Richard Ford, considerado uno de los escritores norteamericanos vivos más importantes e invitado a la Feria Internacional del Libro de Bogotá.

Sus vecinos son pescadores o constructores de botes, por lo que Richard Ford habla de cualquier tema con ellos, menos de literatura o libros, más cuando asegura que en la pequeña población donde vive no hay librerías.

Saben que es escritor, pero la mayoría no ha leído lo que escribe. Es más conocido por la motocicleta que estaciona frente a su casa y que sigue conduciendo a sus 73 años, y de la cual no se piensa bajar, junto a su colección de armas que utiliza en las diferentes temporadas de caza de aves.

Esas pasiones no las abandona, junto a su hábito de leer de manera pausada como alimento de su escritura, la cual asegura dejará en algún tiempo.

Galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, entre otras grandes distinciones que ha obtenido, es considerado uno de los más importantes escritores norteamericanos vivos, con una obra compuesta por siete novelas, entre otros libros.

Nació en Jackson, Mississippi, hace más de siete décadas, mantiene su sentido del humor intacto, es un observador curioso y amante del buen vino, y no deja pasar un solo día sin hacer ejercicio. Estas son las que considera las claves para su lucidez y su capacidad de invención que ha demostrado en cada una de sus creaciones literarias.

Richard Ford ya se encuentra en Colombia para participar en la edición número 30 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá.

Lector-escritor

-¿Cómo mantener vivo el deseo de seguir escribiendo?

Es un deseo que toda mi vida se ha mantenido vivo y en ocasiones es inexplicable él por qué sigue vivo. Una de las razones por las cuales los escritores siguen escribiendo es porque siguen leyendo, o al menos, ese es mi caso y el caso de muchos de los escritores con quienes he hablado. Cada vez que lees un libro que te gusta te da las fuerzas suficientes para seguir haciéndolo, una vitalidad, que en mi caso necesito como impulso y poder atreverme a escribir.

-¿Cambia con los años la relación con la escritura?

No cambia, quizás no me doy cuenta y sean los lectores quienes puedan responder mejor esta pregunta, pero sí se vuelve mucho más difícil porque con el pasar de los años y los libros ves que ya has usado muchos temas. Soy consciente que llegará una edad en la que diré ¡no escribiré más! y buscaré otra cosa a la cual dedicarle mi tiempo. Eso sí, dejas la escritura pero no te jubilas como lector.

-¿Una difícil decisión?

No debe ser fácil dejar una actividad a la cual le has dedicado la mayor parte de tu vida, pero eso está bien, saber el momento en que debes dejar de hacerlo. Las personas se jubilan, por qué un escritor no. Además, los libros que no se leen no cuentan.

-¿Siente que está cerca ese momento?

Muy cerca. Tengo 73 años y sé que hay muchos momentos que están cerca para su cierre (risas).

-Siendo consciente de la cercanía del momento de dejar la escritura, ¿cómo ve el panorama de la totalidad de lo que ha sido su obra?

Afortunadamente yo no pienso en eso. Ya está listo y no tengo por qué visitarlo, no encuentro el sentido de hacerlo, ni el volver atrás para intentar hacer un libro mejor que escribí 20 años atrás.

El escritor cuando termina un libro no debería volver a pensar en él, debería concentrarse en sus lecturas y empezar el desarrollo de su siguiente tarea en la escritura.

-Pero a la hora de hacer una trilogía, como en el caso del personaje de Frank Bascombe, ¿debía retomar los libros para darle continuidad a la historia?

En realidad no es difícil, si fuera difícil no lo podría hacer. No es ciencia exacta el escribir libros, aunque si tiene mucho que ver tu momento y tu entorno sin que termine siendo una autobiografía. Si escribiera hoy uno de los libros que escribí hace 20 años, sería en esencia lo mismo, con algunas variaciones de momentos y situaciones, pero su núcleo no cambiaría.

Los libros pueden ser de gran volumen como ‘La montaña mágica’ o no tan extensos como ‘Cien años de soledad’, pero al final del día lo único que cuenta es que están ahí, siguen atrayendo lectores y que alguien los escribió, una persona regular y normal, porque para escribir un gran libro no tienes que ser un gran hombre.

En el caso puntual de Frank Bascombe, no necesitaba consultar de nuevo mis libros, era un personaje que tenía tan claro que fue muy fácil darle continuidad y desarrollo. No piensas en hacer una trilogía una vez aparece un personaje como él, eso se va dando en la medida que vas leyendo y vas escribiendo.

-Ha recibido la mayor parte de los premios importantes de las letras, como el Príncipe de Asturias, ¿Qué significan estos premios para usted?

Son increíbles. No debes perder el orden de las cosas, escribes libros para lectores, no para lograr un premio como este, pero es claro que cuando te otorgan un galardón, este sirve para que la gente se emocione y quiera leer tu libro, una visibilidad que es buena en estos momentos. Siempre que alguien gana un premio yo me siento orgulloso de él, pero los premios no me hacen pensar que soy un mejor escritor de lo que soy.

-¿Continúa su afición al boxeo?

Ya no estoy interesado en el boxeo, mi relación con el deporte ahora se basa en ejercitarme de distintas maneras, no seguirlo mucho. Siento que en el caso particular del boxeo, este se ha venido dañando por diferentes motivos, entre ellos, por esas peleas en jaulas, pero también porque ahora sabemos que le hace mucho daño a la salud de los peleadores, en especial el cerebro, por lo que no tienen mucho sentido seguir algo que hace tanto daño.

-¿Y salir de caza de aves?

Lo hago todo el tiempo y lo haré hasta que no pueda seguir haciéndolo más. Me encanta salir y cazar las aves que luego me comeré, también porque me permite salir a viajar a otros escenarios, lo hago en Canadá, pero a veces también en Texas y en distintas partes de Norteamérica donde es permitido y se abren temporadas de caza. Además, es un punto importante, el placer que te genera practicar algo que sabes que haces muy bien, como el entrenar perros para que te ayuden a buscar las aves que vas a cazar, además de salir y compartir con otras personas.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

-¿Aún mantiene su pasión por las motocicletas?

Todavía ando en motocicleta, desde muy joven me ha apasionado la experiencia y lo práctico que llega a ser. Es una experiencia que te activa todos los sentidos y espero que los años no hagan que deba dejarla.

- El periodismo deportivo fue el detonante para que se dedicara a la escritura, ¿aún le gusta esta actividad?

No, para nada. Llegué al final de lo que ya sé o que me interesa saber. Ha pasado mucho tiempo desde que me dediqué al campo del periodismo deportivo y ya no me considero un experto en el tema, ni me interesa volver a serlo, lo que para mí está bien, porque fue una experiencia maravillosa, pero que no me interesa repetir, porque existen otros muchos temas que me han interesado explorar.

- ¿Cómo es su relación con los lectores?

Se basa en intentar escribir muy buenos libros para que ellos los sigan leyendo, es la única manera de mantener una sana relación con ellos. Conocer lectores es maravilloso, pero a la vez es muy raro.

Yo vivo en un lugar muy lejano de las grandes y medianas ciudades en Estados Unidos donde incluso no hay librería, por lo que aprovecho los viajes para rearmar mi biblioteca o ahora con las nuevas tecnologías solicitarlos y que lleguen vía correo.

Un escritor que vive en un lugar donde no hay una librería, hace que casi nadie lea los libros que él escribe, y ese es mi caso, lo cual está muy bien para mí, porque no me interesa sentir que me dan trato especial en la cotidianidad de mi vida.

-¿Siente que ha cambiado la forma en cómo los lectores ven a los escritores?

En Estados Unidos los escritores no son celebridades, no son estrellas. Son vistas como personas normales que tienen como trabajo escribir, y así debería ser.

Credito
COLPRENSA

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