Desintoxique su cuerpo y mente de la escolaridad

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Tareas, trabajos en grupo, tesis, parciales, exposiciones y entregas a último minuto, son solo algunas de las obligaciones que los estudiantes deben cumplir. Por ello, en ocasiones el trasnocho, mala alimentación y falta de descanso se convierten en factores que agotan la mente y el cuerpo. Aprenda algunos trucos para que se ‘desintoxique’ de la escolaridad.

Ya sea en el colegio o en la universidad, los niños y jóvenes pasan la mayor parte de sus días dedicados a los deberes académicos.

Si bien tienen pequeñas jornadas de descanso, es necesario que después de finalizar el semestre o el año, le dé un espacio a su cuerpo y a su mente para que se libere de esta carga.

Lo anterior con el fin de que recupere las energías y fuerza que gastó, especialmente en las últimas semanas de su ciclo académico, cuando se concentran la mayoría de responsabilidades y trabajos por entregar.

Es en esta época en la que el cuerpo se siente más agotado y la mente se sobrecarga de información debido al estrés que les genera la entrega de los trabajos finales.

Es por ello que muchos de los jóvenes descuidan su alimentación, modifican sus horarios de sueño, consumen bebidas energizantes en exceso y se abruman mentalmente.

Todo esto, además de debilitarlos, podría generar complicaciones de salud a largo plazo.

Si bien, dicha situación puede ser consecuencia de una mala planeación para realizar los deberes a tiempo, en otras ocasiones se debe a la carga tan grande que les asignan las instituciones a los muchachos.

Sin importar cuál sea el caso, los expertos le dan algunas recomendaciones para que luego de finalizado su ciclo académico pueda darle un merecido descanso a su cuerpo y despejar la mente para disfrutar de las vacaciones que se aproximan.

 

¿Cómo lograrlo?

El coach santandereano, Fernando García, se refirió al tema e hizo énfasis en los peligros que trae para la vida de los jóvenes estudiar mucho y no darse tiempo suficiente para la relajación.

“Todo exceso genera una serie de consecuencias negativas. En este caso, cuando le dedicamos más tiempo a estudiar o a desarrollar actividades de tipo cognitivo, se puede registrar fatiga mental, generando pérdida de control de las emociones, estrés, afectación de la memoria, la capacidad de resolver problemas e incluso operaciones sencillas”, indicó el experto.

Además, García señaló que luego de jornadas tan extensas de estudio lo primero que se debe hacer es desconectarse de la rutina y hacer otro tipo de actividades, ya sean deportivas, culturales o recreacionales.

También, manifestó que compartir tiempo con los amigos, la familia y estar en lugares que generen una sensación de paz, como la naturaleza, ayudan de manera significativa en este proceso de relación del cuerpo y la mente.

Según García, el tiempo de descanso que se debe tomar un joven es proporcional a la carga académica que asumió.

“Lo ideal es dedicarle una o dos horas diarias a desconectarse mientras se encuentre en el periodo académico o los fines de semana. Esto permitirá generar estados emocionales que facilitan el uso de la creatividad, la memoria y la capacidad de análisis y resolución de problemas, mientras el joven finaliza de manera absoluta sus deberes académicos”, dijo el coach.

 

No deje que se sobrecargue el cuerpo y la mente

El coach santandereano, Fernando García, reconoció la importancia de no exagerar con las cargas académicas pues esto “genera estrés emocional, pues por la presión, las personas pueden experimentar frustración, irritabilidad, nervios y ansiedad que provocan dificultades para concentrarse u olvidos”.

Por ello, recomendó distribuir el tiempo de manera adecuada para evitar sobrecargas, darse tiempo para dedicarse a sí mismo, no dejar todo para última hora y moderarse en las cargas académicas.

 

Trucos para relajar el cuerpo y la mente

Según expertos de la NorthShore University Health System, estas son algunas de las recomendaciones para relajarse luego de largas jornadas de estudio o trabajo.

Para el cuerpo:

1 Hacer yoga: si usted es principiante, puede instruirse por medio de libros y videos o inscribirse a una clase con profesionales.

2 Relajación progresiva de músculos: esta técnica consiste en tensionar y relajar los músculos de manera progresiva, con el objetivo de reducir la ansiedad y la tensión de ciertas partes del cuerpo. Es probable que durante las primeras veces se le dificulte, pero con el tiempo logrará el nivel deseado.

3 Practicar deporte: caminatas por senderos ecológicos o incluso por la ciudad son una buena opción. Esto le permitirá desconectarse de la rutina. También podrá aprender un nuevo deporte en las noches o en las mañanas, pues su cuerpo estará más relajado.

4 Acuda a un centro de relajación: los masajes efectuados en puntos exactos del cuerpo ayudarán a liberar las tensiones y cargas propias del día a día. La acupuntura también podría ser una opción.

5 Consuma bebidas calientes: el té es una de las mejores bebidas que ayudan a la relajación del cuerpo. Cuando esté cansado evite el consumo de productos con cafeína o alcohol. Opte por las infusiones de hierbas.

 

Para la mente

1 Haga ejercicios de respiración: esta técnica le ayudará a despejar la mente luego de un día lleno de esfuerzos en el ámbito cognitivo. Inhale y exhale de manera regular y pausada. Si es posible hágalo en una habitación libre de distracciones.

2 Tome un baño tibio: la mente necesita despejarse y liberarse de tantas cargas, un baño tibio le servirá. Puede hacerlo en una tina o en la ducha por un tiempo más prolongado que los baños cotidianos.

3 Escuche música tranquilizante: la música instrumental o la que incluye sonidos de la naturaleza crea una sensación de relajación en el cerebro, lo que hace que la mente se tranquilice y disperse por un momento.

4 Medite: el objetivo de la meditación consciente es enfocar su atención en las cosas que están sucediendo en el momento presente. Además de relajar su cuerpo, también lo hará con su mente.

5 Escriba: use la imaginación y plasme en el papel situaciones o historias que le ayuden a pensar en otra cosa ajena a las responsabilidades académicas. Se puede guiar escuchando música instrumental y tomando bebidas calientes, en especial si es un día frío.

 

Dato

Según el Ministerio de Educación, un niño entre 3 y 17 años estudia entre mil y mil 200 horas anuales en promedio, distribuidas entre las 40 semanas vigentes de escolaridad que estipula la ley. 

Credito
VALESCA ALVARADO RÍOS

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