Carlos Giraldo probó el amargo sabor del chisme hace dos meses cuando Sweet, el programa que lo catapultó, salió de la parrilla del canal Uno. Ahora disfruta del regalo divino: la tranquilidad y un horario flexible, que le da La Red, programa de chismes de Caracol, al que cayó parado.

En este es uno de cinco, y no busca el protagonismo, lo que ha hecho que sus compañeros de set entiendan que no es una competencia, como él mismo lo reconoce, a la vez que puede gozar de tiempo libre, que le permite hasta dictar talleres, como en el que participó entre el viernes y ayer en Ibagué.

Fue tras esta visita que reconoció en diálogo con EL NUEVO DÍA que siempre ha sido precoz. De hecho fue padre a los 14 años, abuelo a los 31 y bisabuelo a los 50.

Con el desparpajo que lo caracteriza, habló sobre su sexualidad y reveló que disfruta de las fiestas de tacón.

Carlos, usted tiene una hija, tres nietos y una bisnieta, pero ha reconocido que es homosexual. ¿A los cuántos años se dio cuenta de sus inclinaciones?

Creo que eso es de nacimiento, de toda la vida. Lo que pasa es que mi vida ha sido una montaña rusa y no sé si los planetas se alinearon o si existe un dios y fue él, que por cosas de la vida fui papá a los 14 años. 

Estoy seguro de que desde niño ya sabía cuál era mi inclinación sexual.

Entonces ¿cómo se hizo padre?

Básicamente es que uno a los 12 o 13 años está conociendo la sexualidad y dentro de ese conocimiento estuve con una niña, y preciso, como dice el cuento, ‘donde pone el ojo pone la bala’. Eso fue una vez y ahí fue...

¿Al ser padre, como reaccionó su familia cuando salió del clóset?

Absolutamente normal, porque estoy convencido de que en todas las casas saben quiénes son sus hijos desde el momento en que nacen. 

Yo creo que ese cuentico de que en mi casa no saben es falso, los papás de uno sí saben quien es uno, lo que pasa es que respetan o no se atreven o no quieren generar una polémica. 

¿Por qué lo hizo público?

El caso mío fue muy sencillo, fue el periodista Gabriel de las Casas, que digo yo tuvo el valor de hacerme la pregunta, o sea si no lo comenté antes fue porque nadie me lo preguntó, pues uno no va por la calle con un letrero; él me hizo la pregunta en un programa de radio y respondí, y en ese momento quedé ‘boleteado’, si lo quieren decir así.

¿Se siente una mujer?

Para nada. Los homosexuales somos hombres y nos gustan las cosas que le gustan a los hombres, simplemente que no nos gusta hacerlo con las mujeres. Somos hombres en esencia, si me sintiera mujer estaría fregado, porque estaría traicionando mis principios y si así hubiera sido a los 18 años habría buscado la manera de hacerme el cambio. Yo me concibo como un señor y la gente cuando me ve, ve un hombre.

¿Ha pagado por amor?

Nunca. Una cosa es pagar por sexo y otra por amor.

¿Está enamorado?

Sí, y mucho.

¿De quién?

No puedo decir el nombre porque no todas las personas son tan abiertas como uno y uno no puede hablar de las otras personas si ellas no te dan la autorización, pero sí tengo una pareja desde hace dos años, y quiero que me funcione.

¿Es decir que es una relación a escondidas?

No. Es público, pero soy consciente de que para mí es más sencillo hablarlo abiertamente, que para mi compañero.

¿Le gustan los pollos o maduritos?

Me gusta la gente de mi edad. Lógicamente la gente joven es muy atractiva y sexy, pero no, preferiblemente mayores de 35. Es más, yo he tenido dos parejas muy importantes en mi vida y han sido mayores que yo nueve años.

Carlos, en la mayoría de programas de chismes los presentadores son mujeres o gays, ¿no es un poco degradante ese estereotipo del gay solo para chismes?

No. Hay muchos homosexuales en las noticias serias, lo que pasa es que a un heterosexual contando chismes no le cree nadie, porque no tienen chispa, son muy desabridos, qué pecado con ellos.

Y las mujeres ¿qué tal?

Muy buenas, y además tienen una brujita en el corazón.

De todo un poco

¿Un secreto de amigos?

A veces con mis mejores amigos, cuando celebramos los cumpleaños hacemos fiesta de tacones, todos vestidos con saco y corbata.

¿Ese gusto de dónde salió?

Maricaditas que no faltan.

¿Monito tinturado?

Sí, porque yo soy mono, pero precisamente los vellos oscuros los tengo en la cabeza.

¿Cuánto invierte?

Poco, porque tengo el cabello corto y además tengo poquito pelo, no me cuesta más de 50 mil pesos al mes. Risas.

¿Se confiesa?

Muy poco. Yo usualmente rezo u oro en mi casa no en ninguna iglesia, no creo mucho en esas instituciones porque también están compuestas por seres humanos que también cometen graves errores, entonces no voy a confesarme con un cura, que no tengo ni idea si sale del confesionario a tener algo con el monaguillo. No, gracias; no me interesa...

¿Qué lo enamora?

La labia es muy importante, la inteligencia, el buen sentido del humor y, lógicamente, un cuerpo bien armado.

¿Ha sido infiel?

No. Yo soy de los que se deschavetan y pican allí y allá, pero cuando está solo; si estoy acompañado, jamás.

Chismoso...

¿Cómo cayó en La Red?

Fue una cosa del destino porque cuando supimos que Sweet se acababa, realmente la primera opción que se contempló desde un comienzo fue El Lavadero con ‘La Negra Candela’, pero después de cinco o seis días donde en RCN como que no se decidían, recibí una llamada del gerente del departamento de Entretenimiento del canal Caracol, quien fue contundente y me dijo ‘sé que se acabó su programa, quiero que venga para acá, hay tanto, sí o no’, y así fue.

¿De La Red quien es el más chismoso: Diva, Carlos Vargas o usted?

Yo creo que Carlos Vargas en este momento es el campeón, y no me da pesar, ni tristeza decirlo, ni mucho menos envidia ni celos porque fue un pupilo, una persona que estuvo conmigo durante ocho años, y en este momento está en su cuarto de hora, que esperemos le dure mucho tiempo.

En esta lista también incluyo a Ronald Mayorga, creo que se está convirtiendo en un periodista muy importante de entretenimiento, tiene una capacidad para la investigación y para sacar buenas historias que pensaría que ni Vargas tiene.

¿Y ‘La Negra Candela’..

Ella es la decana.

Lo han vendido como el más chismoso de Colombia, ¿pero usted es de fiar?

Sí, en la vida real. Yo no chismoseo en el barrio, ni con los vecinos, soy absolutamente discreto y prudente. Mi grupo de amigos sabe que si me cuenta algo y debo ser una tumba lo soy.

¿Una estrategia para no caer en sus chismes...

Contar uno mismo sus cosas. En mi caso esa ha sido mi estrategia y creo que me ha funcionado hasta el momento, porque me le adelanto a los demás, entonces cuando la gente empezó a especular sobre mi sexualidad yo hablé y dije: “Sí, soy homosexual”.

¿Disfruta contar chismes?

Sí, porque no hay nada más rico que bajar del pedestal a los famosos, decirle al televidente que esa persona es igual que usted.

¿Cuáles son los famosos que llaman a pedir rectificación?

Los que se sienten dolidos porque salió a la luz algo que no querían. Una persona que molesta mucho por los chismes es Danilo Santos, uno no puede decir que se resbaló porque se pone bravo, y en una época Marbelle, pero creo que quienes entramos a trabajar en este tipo de periodismo tenemos que tener el cuero muy duro, afortunadamente lo tengo.

¿De quién o de qué se considera un aprendiz?

De la vida todos los días. Uno cree que se las sabe todas y la verdad es que no sabe nada; cuanto más viejo más caigo en cuenta de que es mucho lo que nos falta a los seres humanos aprender.