Al verla imitar a más de 70 personajes de la política y la farándula nacional e internacional y cantar como lo hace en tarima, pocos se imaginan que a Luz Amparo Álvarez, las cuerdas vocales le están pasando factura.

Y esa es la realidad que afronta desde hace un tiempo la exitosa imitadora y jurado de ‘Yo me llamo’, quien está sometida a una rigurosa terapia para no tener que pasar por el quirófano. Parte de este proceso le implicó dos meses de silencio absoluto y le tiene en espera uno de sus máximos proyectos: lanzar su álbum, cuyas canciones en su mayoría son compuestas por su esposo, el productor musical Ricardo Prado.

En diálogo con EL NUEVO DÍA reconoció que los personajes cuyas imitaciones son más drásticas para la voz son los de Tina Turner y Ana Gabriel, mientras los más agradecidos, porque generan más risas entre el público son Piedad Córdoba, Natalia París y Amparo Grisales, empezando porque en la vida real son una caricatura.

Luz Amparo Álvarez, ¿de quién heredó la vena artística?

De mi mamá por el lado musical y mi papá por el lado humorístico. Él era muy chistoso, divertido y tierno, entonces creo que es una mezcla de los dos. En realidad yo soy la seria de la casa, toda mi familia tiene una vena humorística impresionante, mientras que yo la tengo obstruida, a comparación de mis hermanos. 

¿El humor le da para comer?

Para todo, hasta para ser feliz.

¿Y a su familia?

A los de la familia el humor les da para que alegren los 24 y 31, porque esos días yo no quiero hacer nada. Pero yo soy la única que tengo el humor como oficio.

Qué es más difícil, ¿ser humorista o ser jurado?

Las dos, pero para mí hacer humor es una labor diaria, que se convierte en parte de tu vida, es una decisión. Tu decides hacer del humor el pan nuestro de cada día, y te alimenta tanto que se vuelve tan bonito, que no puedes vivir sin él.

¿Además del reconocimiento, el humor qué le ha dado?

Una inmensa felicidad, plenitud y me creo una privilegiada y le di gracias a Dios el día que lo acepté.

¿Fue difícil aceptar ese regalo de Dios?

Sí, para mí como mujer fue muy complicado al comienzo porque este es un medio muy masculino. Al principio no lo aceptaba porque el solo hecho de uno aprenderse a reír de uno mismo cuesta y aparte de eso, cuando comienza a hacer los gestos, no quiere verse horrible, pero cuando uno aprende a aceptarse, a quererse y a conocerse lo que encuentra en el humor es una ganancia.

¿Por qué su gusto por hacer humor político?

Porque aquí lo que hay es materia prima para hacerlo, dado que los personajes de la actualidad del país dan mucha papaya.

¿Le agrada la política o solo se empapa?

Me gusta, pero desde la tribuna.

¿Se siente identificada con algún político?

Yo soy enferma para el trabajo y creo que con eso y con el inglés me identifico con Uribe, pero en nada más.

Emulando a Piedad Córdoba usted dice que “Ahora con ese Maduro anda más aburrida que la Piraquive viendo la teletón, ¿pero cómo ve a la exsenadora?A todos los personajes que imito los admiro mucho porque son mujeres trabajadoras, aguerridas y estructuradas, y a pesar de las diferencias que uno puede tener con Piedad Córdoba me parece una mujer valiente, y eso no quiere decir que tenga su misma ideología.

¿Alguna política se le ha puesto brava por sus comentarios o imitaciones?

Nunca, de hecho una vez a Piedad Córdoba me la encontré en un avión y me dijo como en broma, ‘mírela ahí quien la ve con esa carita de mosquita muerta y acaba con todo el enjambre’.

¿Qué piensa de Noemí Sanín, de María Emma Mejía y de María Luisa Piraquive?

De Noemí que no sé como hace para no cansarse de reírse todo el día; de María Emma, le doy gracias porque imitándola fue que encontré mi estilo: hacer humor de actualidad, y de la Piraquive no me alcanza el tiempo...

¿Con cuál de las dos presidencias se quedaría con la de Santos o Uribe?

No soy uribista ni santista, pero he sentido más tranquilidad con la actual presidencia.

¿Luz Amparo vota?

Claro que sí, siempre, creo que es un deber que tenemos todos.

¿Para la próxima presidencia Santos, Marta Lucía, Zuluaga o quién?

Yo de Zuluaga hago un chiste en el show que dice ‘que mucha gente lo llama tableta iPad, porque lo pueden manejar con un dedito’, entonces si voto por él en el fondo no sé por quien estoy votando...

Marta Lucía creo que no gobernaría por hablar y no quisiera escuchar una alocución presidencial suya.

Y creo que Santos con Vargas Lleras es una buena opción aunque no estoy convencida, esperaría un poco más a ver los debates.

¿Qué personajes de la farándula se han puesto bravos porque los imita?

Al principio Natalia París, pero después me dijo que había aprendido a reírse. También sé que a Amparo Grisales le disgusta.

Hablando de la diva, ¿cómo es compartir set con ella?

Ehh....Como dirían en las encuestas no sé, no respondo.

¿Esos roces que se ven al aire son reales o libreteados?

Reales, porque ‘Yo me llamo’ es un concurso que tiene mucho de reality show.

¿La han afectado esos choques?

Sí, mucho porque soy una persona muy sensible, y creo que Amparo y yo somos de cortes muy distintos, diría que casi polos opuestos, entonces hay cosas que afectan. 

Tener hijos, su sueño frustrado

¿Usted conoció el amor a través del humor?

No, a través de la música, porque yo protagonizaba un musical de bromwell llamado ‘La tiendita del horror’, y uno de los personajes es mi esposo.

¿Se siente frustrada por el hecho de no ser madre?

A veces un poquito.

¿Qué la llevó a no tener hijos?

Las circunstancias, porque por mí hubiera tenido un hijo desde los 20 años.

¿Qué ha llenado ese vacío?

Mi esposo tiene tres hijos entonces yo les tengo tanto cariño que en momentos siento que son míos y los disfruto.

¿Ha pensado en adoptar?

A veces me pasa por la cabeza la adopción, pero otras veces por ese corre corre digo que sería muy irresponsable de mi parte y que no sería capaz.

A su salud

¿Ya salió su disco?

No, porque tengo un problema con las cuerdas vocales, entonces quiero estar mucho mejor para concluirlo, solo nos falta grabar una canción.

¿Qué problema es?

Estoy mala de pólipos vocales, por lo que he estado en terapia.

¿A qué se debe este trastorno?

Por la imitación, ya que esta es una movida muy drástica para las cuerdas vocales, y cuando uno lo ha hecho por tantos años, hay un abuso del aparato, y ahora con los añitos se van notando las consecuencias, pero claro, yo mejor no hablo de años porque mi compañera se pone brava. (Risas)

¿Viviendo de su voz, cómo ha sido ese proceso?

Muy fuerte. Estuve 60 días en completo silencio, pero creo que el proceso más duro lo vivió mi esposo, quien decía que cuando le escribía por el iPad lo regañaba cuando le subrayaba.