“Temo a la soledad absoluta” Lilian Rocío García

JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
La directora en educación artística del Idead, de la Universidad del Tolima, considera desde su misma experiencia que el arte es un buen proceso para exorcizar dolores, a ella le ayudó a sobrellevar una enfermedad y a superar la muerte de su madre.

Lilian Rocío García es una artista auténtica y muy versátil, que a través de sus obras provoca, advierte y estremece.

Cada una de sus propuestas es un acto de íntima libertad en el que lleva al espectador no solo a decir es ‘bonito, feo o tan raro’. Para ella el arte debe tener un propósito y el suyo es generar reflexiones, como lo ha logrado con sus muestras ‘Exánimes’ en el que presentó temas como arte póstumo, perturbación (aborto) y expiración, (modalidades y escenarios de la muerte), y los performance ‘Sushi’ y ‘Sushi-Charrón’, que han estado en los diversos certámenes de artes plásticas del país.

Ahora se alista para llevar a la octava versión de Imagen Regional: ‘Amor…fos’, quizá una de sus creaciones más fuertes, su propia vida, la cual desde el nacimiento ha estado marcada por el sufrimiento físico y emocional generado por una enfermedad: la luxación congénita bilateral de cadera.

Es así que a manera de reflexión sobre su vida, pretende describir de una forma detallada un proceso formal en el cual depura diversos momentos de ella, no solo el dolor, las frustraciones sino las oportunidades que esta patología le ha dado, además de uno de los episodios más fuertes que ha golpeado su existencia como fue una psicosis de ruina que ‘consumió’ a su madre.

Maestra, ¿este trabajo será su catarsis?

Sí, pero a la vez será una oportunidad de hacer una denuncia social, porque no quiero que le pase esto a las mamás y a más niños.

¿A qué se debe su condición?

Es un trastorno congénito de la articulación de la cadera, que se presenta en uno de cada mil nacidos vivos. En mi caso por omisión médica no se trató y también influyó, de pronto, ingenuidad de mis padres, quienes por los mismos conceptos que dieron en ese entonces médicos y especialistas de las clínicas u hospitales a las que ellos acudieron; por esto se detuvieron a seguir buscando un proceso de cirugía y de tratamiento.

¿A qué edad tomó conciencia de su gravedad?

A los 14 años me tocó asumir la responsabilidad de mi problema y convencer a mis padres de que tenían que llevarme al médico, donde me dijeron que si no me cuidaba a los 30 años estaría en silla de ruedas.

¿Qué le ha ofrecido esta condición en sentido que se ha vuelto una propuesta estética no solo desde las artes sino desde la misma calidad de vida que le ha tocado llevar?

El haber interferido este problema de salud, dentro de mi crecimiento normal, hizo que por lo regular en el colegio fuera la más pequeña del grupo, entonces iba en primera fila y siempre tuviera una muy buena vista ante los eventos, entonces finalmente: inspiras ternura y todos te consienten.

La misma posición obligada de sedentarismo ha hecho que me refugie en mi taller de arte, a las producciones artísticas y en mis quehaceres laborales, de manera dedicada, apasionada e intensa.

Marcada por el dolor

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¿Y en el ámbito personal?

Esta condición me ha enseñado a aprender a querer mi cuerpo, a valorarlo, a cuidarlo, consentirlo a respetarlo, a ser precavida y sutil, desde lo que realmente es mi contenedor o mi estructura anatómica con toda su geografía que me caracteriza.

También a sentirme respetada y valorada dentro de un sistema de inclusión en algunos momentos y con algunas empresas, a sentir la óptima condición disposición y calidez humana, de quienes por un momento se ponen en mis zapatos, a pesar de prestarle un servicio a un desconocido o medio conocido.

La misma condición de soledad que he manejado en algunas ocasiones me ha enseñado también a aprender a aceptarla, queriéndola, valorándola, respetándola y haciendo de ella algo productivo.

¿Ha tenido que tomar decisiones trascendentales en su vida?

Sí. En diversos lapsos me he encontrado con restricciones, cuidados de por vida, que al mismo tiempo, a nivel de mujer me vienen limitando, y a raíz de ese problema tomé la decisión de no tener hijos, y quizá de enfocar mi vida hacia otros horizontes, a no frustrar mis metas por el dolor de ese vacío.

Igualmente no angustiarme si me caso o no, porque sé que si un día llega a mi vida una persona, tendré que tener disposición para respetarla y amarla,  así mismo, esa persona debe ser muy consciente de mi condición y estilo de vida.

¿Además del dolor físico también hay emocional?

Sí, he salido adelante con muchas cosas, pero afecta mucho la impotencia que sientes cuando no te puedes mover como normalmente lo haces, cuando tienes que depender de otra persona para todo, cuando te das cuenta de lo que puede llegar a ser el  estar limitado físicamente.

¿Deja huellas físicas?

Por supuesto. Hay una diferencia a nivel de extremidades imperceptible, así como una curvatura pronunciada en mi espalda.

¿El padecimiento la acomplejó?

No, yo pienso que quizá el complejo que yo nunca he tenido mi mamá si lo tuvo. En cuanto a mi enfermedad me sobreprotegió, tal vez llevaba un dolor interno por saber lo que tenía y por pensar en lo que más adelante podría llegar a suceder.

¿Qué pasó con ella?

Falleció, ha sido el dolor más grande que he tenido. Ella padeció una depresión aguda, una psicosis de ruina, que se volvió algo psiquiátrico, es muy doloroso en un momento dado no reconocer a tu mamá.

¿A qué se debió?

Parece que a causa de una cirugía que le hicieron en las manos, por el túnel carpiano. Los dolores le fueron causando desvelo, desde antes y después y junto a la frustración de sentir que no podía rendir con sus quehaceres en la casa, porque fue muy entregada como ama de casa, se llenó de tristeza, y sumado a eso tuvo otras cargas emocionales.

¿Teme que le pueda pasar a usted?

Dentro de lo que he podido indagar de familia frente a antecedentes de salud o trastornos hasta el momento no se ha dado, sin embargo, por eso no me gusta estar triste ni desocupada.

¿Cómo llegó Lilian Rocío al arte?

Fui hija única y desde muy temprana edad empecé a dibujar y pintar, entonces mi mamá me compraba cuadernos de dibujo y yo me sentaba a crear, luego en el colegio, en la etapa del bachillerato, tuve mucho apoyo de la docente de artística, y antes de graduarme ya tenía definido que quería estudiar algo relacionado con artes e ingresé a estudiar Licenciatura en Artes Visuales, en la Universidad Sur Colombiana.

De todas las técnicas, ¿por qué su atracción por la instalación?

Porque se vuelve una puesta en escena muy escultórica, tienes la posibilidad de trabajar con objetos y espacios y cada uno tiene su potencial de memoria propio tanto para el artista, como para el espectador.

¿De dónde llega su inspiración?

De muchos factores y fibras a nivel interno, pero creo que la inspiración de un artista viene desde su mismo sentir, y según lo que esté buscando.

¿Como amante del arte qué tipo de exposiciones le gusta apreciar?

Muchas obras de arte contemporáneo, a nivel mundial, visitar los grandes museos, evidenciar obra de temas que confronten, que tengan que ver con denuncias sociales, con casos clínicos, con la parte ecológica y la pintura en general.

¿Qué artistas admira?

La primera figura que ha dejado huella en mi obra es Vincent van Gogh, así como Kandinsky, Toulouse Lautrec, Duchamp, Andy Warhol, Salvador Dalí, Leo Matiz, Maripaz Jaramillo, Ofelia Rodríguez, Luis Caballero, Ramírez Villamizar, Sofía Calle, Luis Camnitzer y Frida Kahlo, entre otros.

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¿Cuál es su sello?

El detalle, el color, el movimiento, el brillo, la sensualidad, lo persuasivo, lo estético, lo escabroso, escalofriante, y la expectativa.

¿Qué la caracteriza?

Ser creativa, detallista, emprendedora, persistente, delicada, tierna y sensible, 

Además de sus obras, ¿qué colecciona?

Libros de arte, catálogos de arte, artículos de color violeta, sombreros, accesorios, bufandas y piezas de otros artistas.

¿A qué le teme?

A llegar a un estado crítico de dependencia absoluta por inmovilidad, a los quirófanos, a los dolores extremos que he experimentado por mi afección, a la muerte y a la soledad absoluta.

Credito
EL NUEVO DÍA

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